La otra conquista

Escribe: Carlos Arturo Moreno De la Rosa

 

Cómo olvidar aquel momento de nuestra historia cuando los españoles se preguntaron si esos sujetos con taparrabo tendrían alma. Los sometieron, los colonizaron, los conquistaron. Esclavos como destino manifiesto. Ser esclavo después de haber gozado de un imperio y sus bondades, después de haber sometido a los tlaxcaltecas y a los Otros; se les volteó la tortilla, se les acabó la suerte, en lugar de protección los dioses los abandonaron; llegó el europeo, llegó el español, dijo “de aquí soy” quemó las barcas, juró jamás regresar, y cómo no, pues se había encontrado un paraíso terrenal.

Indígenas acostumbrados a adorar a sus dioses, indígenas acostumbrados a vivir en libertad, pueblo que sometía a sus vecinos, todo eso se vino abajo. Ellos, que con la mano en la cintura dictaban las reglas de la “educación”, ellos que designaban el destino de prójimo: “tú te vas al Telpochcalli y tú al Calmécac”, ahora, comparte la misma suerte, todos juntos, ahora son esclavos, ahora son siervos, los que antes se dividían en nobles y plebeyos ahora da igual, todos eran sometidos, todos eran considerados inferiores. Así inició la Conquista española, así inició esta nueva raza, surgimos de lo peor que podía haber en España, reos, bárbaros, sujetos despreciables, era con los que contaba Hernán Cortés para llevar a cabo su travesía. Llevó consigo algunos frailes franciscanos para eximir sus propias culpas, no sabía que ese detalle le iba a dar la gloria, por medio del Evangelio podría legitimar su proeza, de nueve millones de indígenas solo quedó un millón, fueron masacrados, fueron exterminados, no quisieron someterse al nuevo régimen. Genocidio. Los otros, los que sobrevivieron, lo lograron gracias a que dejaron de creer en sus dioses para creer en el único Dios, de allí venimos, de los sobrevivientes, de los que prefirieron su vida por encima de su ideología. No tenemos tal, carecemos de identidad, vendimos nuestra dignidad al mejor postor.

El virreinato en la Nueva España se caracterizó por “La otra Conquista”, la conquista del alma, el catecismo del Padre Ripalda como único testigo fiel de lo que allí ocurrió. (Por cierto, no todo era religión, en la página inicial tenía un abecedario y en la página final las tablas de multiplicar.)

 –“Aquí traigo a Jesús”,“Ah sí, allí déjelo, a un lado de los otros dioses”. Nos equivocamos, ellos traína su fe bien arraigada, nosotros también, el resultado fue la impostura, por eso supimos que su Dios era el verdadero, ¿cómo es posible que sigamos adornado a nuestros dioses si nos abandonaron, en cambio el de ellos sí los estuvo cuidando durante la tormenta? “Dexar los Mysterios y cosas arduas de nuestra Sancta Fee, que ellos no podrían entender ni alcanzar, ni de ello tienen necesidad por agora.”

“Los estudios de todos los niveles se establecieron espontáneamente según lo requerían las necesidades”, método como prefigura de lo que actualmente conocemos como el de “Summerhill”.

Los Jesuitas trazarían los senderos de la educación como hoy la conocemos, sistematizada en un “trívium” y un “cuadrivium”. Los Jesuitas fueron expulsados de México en 1767 (habían llegado en 1572) tiempo necesario para haber sembrado la semilla del deseo de ser independiente.

La mujer seguía siendo relegada, no había que educarla, no vaya a ser que se le desaten las pasiones, además tenía una “limitada inteligencia”, esta idea perduraría hasta mediados del siglo XVIII.

México mutilado

Escribe: Carlos Arturo Moreno De la Rosa

 

Ni el mismísimo diablo en sus mejores momentos hacía eso. El señor que encontró el cuerpo dijo que algo “olía a podrido”; metáfora maldita de lo que pasa en nuestro “México lindo y herido”.

Dios te acompañe” le dice la madre a su hijo que se va a trabajar. Salir de la casa se ha convertido en un “Deporte extremo”. Por alguna extraña razón Dios se ha encabronado con los mexicanos y por eso nos pasan estas tantas pinches cosas, dice alguien, el algún lugar.

¿Qué hay detrás de la conducta humana? ¿Cómo explicar tanta barbarie? ¿Deseos enfermos de poder?, ¿lujuria desbordada?, ¿ambición? ¿Falta de filosofía? Dicen que Itzel, la niña de Piedras Negras, se suicidó después de ver el programa, “La Rosa de Guadalupe” en donde la virgen salvaba a la protagonista. Otra vez la realidad dista mucho de la fantasía. O cómo poder explicar la conducta del psicópata de Saltillo que asesina a su prima y a la sobrinita de tres años, diciendo además que no pudo estrangularla y que por eso la colgó.

Balacera en un Estadio, crimen en un casino, asesinatos, infanticidio, y un Presidente de la Nación que no sabemos por qué oscuros deseos sigue empeñado en la misma estrategia.

Recuerdo cuando en los sesentas el grito de los jóvenes era “Amor y paz” o “haz el amor y no la guerra”. A la siguiente generación no le llamó la atención ese estilo de vida, ellos optaron por devorarse al mundo, se les llamó “yuppies”, eran los jóvenes empresarios. Luego vinieron los jóvenes de la Generación X como preámbulo del epíteto de los “ninis”. Pero lo de hoy es diferente, estamos siendo testigos de una generación de jóvenes desquiciados, deslumbrados por el dinero fácil, por la vida en el jolgorio, por el desmadre, por lo sádico; generación perversa, generación psicópata. Da miedo.

Mientras algunos jóvenes en Chile salen a las calles a exigir mejor Educación o algunos jóvenes en España salen a las calles en busca de su fe perdida, acá en México algunos jóvenes salen a la calle a matar.

Hace poco en México escuchábamos a Timbiriche, Parchís, Menudo y demás, ahora estamos invadidos por los narcocorridos, música que permea, retumba y que poco a poco se va troquelando en la memoria colectiva como signo de la desfachatez del momento espeluznante por el que estamos atravesando.

Me he dado cuenta de que mis últimas entradas al Blog giran en torno a la indignación, precisamente por eso: “indig-Nación”. “Me duele México”, titulé uno, “México esquizoide” se llama otro, quisiera escribir cosas bonitas, cosas de motivación, cosas de amor, pero es inútil, la realidad me avasalla, las preguntas son constantes, el deseo de exorcizar los demonios puede más que el deseo de querer admirar lo hermoso de la existencia. Así no se puede. En México no vivimos, sobrevivimos.

La muerte de la ilusión

Escribe: Carlos Arturo Moreno De la Rosa

 
“Seamos sujetos de nuestro destino y decidamos por nosotros mismos”.
Martin Heidegger
 

¿Por qué se idolatra? ¿Cuál es la necesidad de tener ídolos, héroes, súper hombres?

Y en México para eso nos pintamos bien y bonito; El Cura Hidalgo, Emiliano Zapata, La Virgen de Guadalupe…

Como mexicanos hemos crecido bajo la sombra del “Gran Otro”, llámese el español conquistador, llámese el hombre libertario, o el héroe mítico mitad dios, mitad humano.

¿Al servicio de qué está que necesitemos esos ídolos? ¿Por qué no contentarnos con nuestra propia e insulsa existencia? ¿Por qué necesitamos un líder, alguien a quién seguir, un humano en cual depositar nuestros más ínclitos ideales?

Se ha dicho que el mexicano es un ser acomplejado, que se siente inferior, que se siente poca cosa, que desprecia al semejante e idolatra al extranjero, que se envalentona con el igual pero se hinca ante el poder del extraño. El mexicano; sujeto inválido, agachado, vituperado por su Santa Madre, humillado hasta las últimas consecuencias, carente de dignidad, que se refugia en el alcohol, mexicano que necesita ontológicamente un Ser Superior.

Hemos crecido bajo la sombra del héroe, en las Instituciones Educativas se nos enseñó a rendirle tributo y pleitesía a los héroes que nos dieron Patria, recuerdo la anécdota que cuentan algunos enterados sobre la “irreverencia” que tuvo el Loco Valdés al recordar al “Benemérito de las Américas” como “Bomberito Juárez” y ardió Troya. Antes había tabú, había cosas que no se cuestionaban, que no se tocaban, eran dogma que sustentaba el espíritu de la Nación.

Ahora la cosa es diferente, hemos crecido, hemos madurado, hemos evolucionado, ya no necesitamos de héroes nacionales, es por eso que ahora al anciano ya no se le reverencia, es por eso que la muerte de Carlos Monsiváis pasó de noche. Ya no necesitamos muletas, ahora conocemos al ser humano tal cual, ya no aquel ser humano dividido entre “bueno y malos”. Ahora conocemos al humano integrado, no mutilado. Es por eso que no se le ha dado el lugar que se merece Javier Sicilia u otros mortales que luchan por un México mejor en la representación mental de los mortales. “La verdadera Historia” se impone, la naturaleza del humano se manifiesta, dejamos atrás el maniqueísmo, ya aceptamos lo que hay en el corazón del hombre: “Eros y Tánatos”.

¿Qué nos queda? Es cierto, crecimos, pero con ello perdimos la ilusión, perdimos la ingenuidad, dejamos de creer, primero dejamos de creer en Santa Claus, después en Dios, después dejamos de creer en los Héroes Nacionales, después dejamos de creer en nuestros padres… y allí, precisamente allí se troquela la debacle de nuestra Cultura, los primeros atisbos del desastre de la Civilización; el ser humano dejó de creer en su padre y en su madre. Estamos viviendo los síntomas de esa decisión. Lo que vivimos actualmente es el resultado de esa “madurez”, de ese brinco que dimos, ahora somos unos adultos, ya no necesitamos esas figuras idealizadas; preferimos enfrentarnos a la realidad, sin Dios, sin héroes, sin padre ni madre. Estamos huérfanos, deambulando sin sentido, rechinando los dientes, mendigando amor.

Xicolandia

Escribe: Marco Escalante

 

Estimado amigo o amiga, sí, tú, mi único lector/a, quiero que sepas que las siguientes líneas son pura fantasía, ficción y falsedad; he inventado este cuento sobre un pueblo inexistente llamado Xicolandia porque me da envidia la fama que ha obtenido La Atlántida a través del tiempo y quiero que el tiempo transporte esta fantasía para que las generaciones futuras se afanen buscando vestigios de cosas que nunca existieron:

El cuento comienza así:

Xicolandia era un país muy hermoso con una amplia variedad de flora, fauna, costas, magia y … petróleo; pero hubo una época muy sombría en la que sus principales señoríos eran Los Machomiltecos, Los Michontecos y Los Ayotzitelcos; lugares donde se dieron los casos de este relato.

Durante mucho tiempo Xicolandia fue gobernada por los Primos del pueblo, quienes se viciaron de poder llevando al pueblo a vivir múltiples viacrucis económicos; cansados de tantos problemas, el pueblo volteó a ver otras opciones y en el horizonte notaron un radiante sol naciente que les hizo sentir confianza y calidez, no dudaron en llamarlo y pedirle que ocupara el puesto de los gobernantes, pero Los Primos que gobernaban en ese momento realizaron toda clase de artimañas; en las cuales ya habían creado maestranza; para que los del Sol no pudieran llegar a los puestos de gobierno. No conformes con haberlos fulminado, Los Primos se dieron a la tarea de pisotear la amenaza durante largo tiempo, lo que les hizo perder de vista a otro grupo, Los Socios; Los Socios no habían brillado tanto como los del Sol porque ellos no se identificaban completamente con el pueblo, más bien ellos se distinguían por saber administrar, ordenar y dirigir; virtudes que les habían hecho ganar algunos adeptos entre el pueblo. Y el pueblo, que dados por tontos; se habían enterado del sin fin de marrullerías realizadas por los Primos; cobijó a Los Socios y los hizo, ahora sí, llegar al poder. Una vez en el poder y tras la cruenta derrota de Los Primos, Los Socios se enteraron de la verdadera putrefacción que se escondía bajo los tapetes y empezaron a limpiar; encontraron bichos de toda índole, avispones, mariposas, tortugonos, sandijuelos, chimamonos , etc, etc, etc, contra todos se fueron dando escobazos y trapazos; cuando creían que ya estaban terminando encontraron unos bichos muy raros que tenían infectado todo, eran Los Coqueros, entonces sí, a éstos bichos no era tan fácil eliminarlos porque estaban por todas partes tanto que Los Primos estaban muy infectados; aún no se sabe si ellos lo sabían; a los del Sol ya los habían infectado gracias al contacto con Los Primos y empezaban; con la lucha; a infectar a los Socios; pero igual Los Socios les declararon la guerra y Los Coqueros al verse que perdían terreno; porque nunca les habían molestado; se fueron haciendo hacia otros rincones, infectando espacios propios del pueblo y causando estragos sociales por demás crueles; fue entonces cuando se dio una lucha feroz a campo abierto, con lamentables consecuencias de daño a seres inocentes llamados “daños colaterales”; tanto dolor sufría el pueblo que Los Primos aprovecharon esta circunstancia para quitarles el poder a Los Socios hurgando un plan que le prometía al pueblo acabar con el sufrimiento; y el pueblo se la creyó.

Fueron los hechos posteriores los que develaron el plan de Los Primos, sí. Los Michontecos (y muchos otros pueblos) al ver que la infección sobrepasaba a las fuerzas del gobierno, habían tomado trastos y detergentes para hacer la limpia por manos propias, atinándose un grandioso éxito; con esto estaba casi resuelto el problema en su región; pero Los Primos necesitaban quitarle al pueblo sus buenas intenciones porque les estorbaba para sus planes.

Los Machomiltecos hicieron una columna de defensa con lo que estaban logrando contener la infección incluso hubo en esta región tres Primos que se unieron a la columna, convencidos de su eficacia, cosa que molestó a sus compañeros porque en lugar de unirse deberían de apoyar para retirarlos del camino y no estorbasen a sus planes.

Tiempo atrás, Los Ayotzitelcos habían develado el plan y Los Primos se esforzaban por no ser descubiertos, en un arranque de desesperación cuarenta y tres pueblerinos habían sido migrados al espacio estelar, sin posible retorno, todo porque develarían en forma accidental que…

Los Primos, para evitar la dura lucha contra Los Coqueros, ordenaron a todos sus representantes en todas las regiones, que hicieran pactos de no agresión; Los Coqueros podrían estar en paz si prometían no dejarse ver, dejar de dañar al pueblo y pagar cuotas piramidales a Los Primos; a cambio el gobierno garantizaría el libre tránsito de ellos en Xicolandia y además les repartiría lugares (regiones) donde podrían operar libremente y sin conflictos.

Para sorpresa, Los Primos Ayotzitelcos notaron que gracias al trabajo de Los Socios, su región no tenía Coqueros (como muchas otras) y era tanto lo que se podía lograr que fueron los mismos Primos quienes dijeron “esta zona es mía” y terminaron siendo Coqueros y Primos al mismo tiempo (como muchos otros) con el conocimiento y la complacencia de Los Primos mayores, he ahí el secreto.

El plan transcurría, los ajustes necesarios se hacían, aunque cada vez era más difícil cumplir lo pactado, pero se estaba logrando; lo único que les faltaba a Los Primos era crear un solo canal de comunicación para no andar jugando al teléfono descompuesto; les urgía nombrar un Primo que pudiera con el paquete de pactar y controlar a Los Coqueros en toda Xicolandia, se necesitaba un Zar con Mando Único para cerrar con broche de oro el plan perfecto.

¿Lo lograrían?

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Y yo… ¿de cuál fumé?

 

¡Ojalá y gane Trump!

Escribe: Marco Escalante

A pesar de los pesares, lo único que podría hacer que México creciera exponencialmente y rebasara por mucho la calidad de vida que tienen las hoy primeras potencias económicas, así como una excelente seguridad pública y gran calidad de cuerpos políticos en el país, será el hecho de que Donald Trump quede como presidente de los Estados Unidos Americanos (USA).

Gracias a él los ciudadanos de «a pie» enterarían que el famoso «Sueño Americano» no es más que un anzuelo creado para atraer «esclavos» desechables que perpetúen la bonanza de su país.

Gracias a un triunfo como el de Trump, nos daremos cuenta de que nunca nos han ayudado sin ayudarse ellos primero, que todo lo que parece que «son buenos» realmente es porque les conviene y no son en lo más mínimo unos samaritanos.

Si gana Trump, nuestra clase política tendrá que darse cuenta de que robar en México para vivir en USA ya no será una buena idea, ahora tendrán que gobernar y dirigir México para vivir en México.

Ojalá y gane Trump para que la bola de pendejos que claman auxilio siempre que tenemos problemas empiecen a darse cuenta de que las soluciones las tenemos que dar nosotros y por lo mismo debemos de dejar de hacer pendejadas con el presupuesto, la educación, el petróleo, la seguridad, la política y la ecología.

Ojalá y Donald Trump sea el próximo Presidente de los Estados Unidos Americanos, no será fácil y va a doler… pero el premio al final está buenísimo.

Subamos a la cima por el lado difícil, porque nada bueno es fácil de lograr.

Quiero morir durante el alba del país.

Utopía a la Mexicana

Escribe: Luis A. Zavala Díaz

 

Hay una amenaza seria contra México en los próximos meses. La posible llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos podría ser una estrategia de enfrentar a México e invadir la soberanía, una ambición que tienen desde hace más de 200 años. Con las últimas administraciones federales en los últimos casi 100 años, los Presidentes de México han sido muy complacientes con los «gringos» otorgándoles todo tipo de concesiones y permisos para hacer y deshacer en México.

Hay que recordar que la estrategia de la «Guerra contra el Narco» y el terror infundido y generado desde la Presidencia de la República desde el sexenio de Vicente Fox a la fecha, quizá fue también para darle una excusa a Estados Unidos de invadir, como lo ha hecho en Medio Oriente, Centroamérica y África, genera caos y terror para poder «asistir».

Sin embargo, la estrategia tal vez no fue del todo exitosa, y se plantea la llegada de un fascista radical empeñado a generar más odio contra los mexicanos, apoyados por los mismos mexicanos en Estados Unidos y uno que otro iluso en tierras nacionales, que incluso ha hablado de declarar guerra contra nuestro país.

Desde el primer momento que lo escuché con la intención de contender, apoyé la moción, estoy convencido que no habría nada mejor para México (excepto el PRI desaparezca) que un muro y una separación de nuestro país con Estados Unidos, que sería un gran momento para los mexicanos de unirnos y trabajar ya no para exportar, sino para consumir, ser una Nación autosustentable comercialmente. Soy de la idea de pedirles visa y cobrarles el acceso al territorio mexicano, de cerrar fronteras a los productos de empresas extranjeras y altos aranceles, de un gran muro que impida que tengamos contacto con su cultura. Hasta el narcotráfico podría mermar.

Esto sería óptimo para el País, una liberación de México de la esclavitud a la que hemos sido sometidos.

Sin embargo, para que esto pudiera darse en favor de los mexicanos, necesitamos dos condiciones importantes.

La primera, muy difícil, es la eliminación de la corrupción en los altos puestos de los gobiernos Federal, Estatales y Municipales. Son millones de delincuentes con poder y recursos públicos a su disposición y no ceden ni tantito, al contrario, hurgan hasta el último rincón y el último clip a su disposición para enriquecerse.

La segunda condición es aún más difícil que la primera y mucho más importante; puesto que va a ser indispensable que los mexicanos, empresarios, trabajadores, educadores, jóvenes, comerciantes, mineros, etcétera estemos UNIDOS y bien encaminados al bien común, de los mexicanos. Habría desempleo e incertidumbre financiera los primeros años, por la grave dependencia económica que tenemos, no solo los grandes consorcios económicos sino los consumidores mexicanos, con Estados Unidos.

Sin embargo, en pocos años esa dependencia desaparecerá y podremos aprovechar el gran potencial económico de nuestro país, de producir y consumir de mejor calidad y salud para nuestras familias.

Que Estados Unidos se quede con sus residuos tóxicos, sus dólares, sus marcas de productos solo etiquetados allá, aquí se produce de todo, Autos, Aviones, Trenes, Ropa, Muebles de hogar, frutas, verduras, legumbres, carne, cultivos de todo tipo de plantas y animales.

Podríamos incluso, dar descanso a nuestros ecosistemas y armonizar nuestra vida con la naturaleza, disfrutar los mexicanos nuestras propias playas y centros turísticos, sin prescindir de los gringos y sus dólares.

Nuestra respuesta, obviamente, no puede ser de odio y xenofobia, sino de descanso y sanidad, pues seríamos libres de un yugo incansable, un sanar al interior entre nosotros mismos como mexicanos, no sintiéndonos mejores, sino hermanos, familia.

Entonces el gran fantasma de México «el Masiosare» dejaría de existir y México sería por fin una nación armónica y el mejor lugar para vivir, porque hoy por hoy, todo está al revés…

 

1810, 1910, 2010… Lo que nunca llegó

Escribe: Carlos Arturo Moreno De la Rosa

Un pueblo que camina por el mundo

gritando: ¡ven, señor!

Un pueblo que busca en esta vida

la gran liberación.

Los pobres siempre esperan el amanecer

de un día más justo y sin opresión;

los pobres hemos puesto la esperanza en tí,

Libertador.

Cántico Religioso

.

¿Cuál es el mensaje subliminal escondido en la situación del México actual? El año 2010 se especulaba como un año memorable, según los numerólogos y uno que otro historiador serio indicaban que en el año 2010 vendrían acontecimientos óptimos para la República mexicana.

El año de 1810 en el inconsciente colectivo del mexicano lo recordamos como aquel año en donde un sacerdote polémico se hartó de la situación en que vivía gran parte de la población, se hartó del sometimiento, de la esclavitud, lanzó un grito visceral, desde sus entrañas, allí inició la independencia de México, y ya todos conocemos aun que sea un poco del desenlace.

Pasaron cien años y en 1910 en México se gesta un cambio, una revolución, Francisco I. Madero cuestiona el gobierno de Porfirio Díaz, surge Pancho Villa, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza. Surge el caudillismo, y con ello paradójicamente la Revolución se institucionaliza.

Y llegó el año 2010. Recuerdo en mi juventud, cuando impartía cátedra a los estudiantes de bachillerato allá en Monterrey N.L. mientras estudiaba la Licenciatura en la Facultad de Psicología de la UANL. Era el año 2000, faltaban diez años para el “Gran acontecimiento”. Recuerdo que yo los instaba, los conminaba, los exhortaba (así, con esos tres sinónimos) a que se plantearan qué México querían dentro de diez años y qué movimiento se les ocurría hacer. Eran jóvenes de 15 años, que para el 2010 tendrían 25 años, edad suficiente para hacerse responsable de su propia existencia, edad en donde el lóbulo frontal ya alcanza su maduración y con ello la toma de decisiones, el control de las pulsiones, y demás cosas propias del funcionamiento fisiológico.

Esos alumnos ahora tienen 26 años, pasó el año 2010 y de aquella charla que tuvimos no hubo frutos, creíamos que la Revolución del año 2010 sería una Revolución con letras, que no utilizaríamos armas que asesinaran al prójimo, creíamos que nuestras armas serían una pluma y un papel, vivíamos en la ilusión, teníamos como aliados a los libros. ¿Pero cuál es la realidad? La pluma sucumbió, se jubiló, llegó algo que se conoce como “teclado”. La hoja la cambiamos por una pantalla. El libro murió y dejó el paso libre a la información, llegó internet y los sueños de Revolución se difuminaron, nos distrajimos en otras cosas, la atención ya no estuvo en los sueños libertarios, en los sueños de un México mejor, preferimos distraernos y poner toda nuestra atención en las redes sociales, en twitter, en facebook. La televisión cumplió su papel, nosotros no.

Hace diez años no nos imaginábamos que México estaría ensangrentado, nuestra propuesta era un “Revolución con Letras”.

El año 2010 se nos fue de las manos, el bicentenario y el centenario lo festejamos con sangre, como si aún fuésemos aztecas inmolando víctimas propicias para el beneplácito de nuestros dioses.  ¿Cuál es el mensaje oculto detrás de lo que se nos presenta como el discurso oficial? ¿Qué hay detrás de todo esto? Vemos solo lo manifiesto, pero lo importante es lo latente, muchas aristas, muchas interpretaciones, mucho campo abierto para las especulaciones, hermenéutica radical, exégesis necesaria.

Criminalizar la escritura, exterminar al escribano

Escribe: Anel Hernández Sotelo

imagen de cazandoestrellas.com

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De Proyecto 21.20

 

Escribir es dejar una marca. Es imprimir huellas fragmentadas de la propia constitución psíquica y filosófica. Es conocerse y reconocerse. La tradicional dificultad epistemológica sobre la preponderancia de la oralidad frente a la escritura y viceversa es, desde mi punto de vista, un artilugio retórico academicista superado en la práctica. El habla es la maquinaria dilucidadora de la presencia del ser mientras que “la escritura [es] un modelo para el habla, capaz de hacer que la lengua pueda analizarse en sus constituyentes sintácticos. Las palabras –los constituyentes más elementales- pasan a ser tema de la reflexión filosófica, además de objeto de definición. Las palabras se convierten en cosas”.[1] Así, como quiere David Olson, la escritura proporciona un modelo adecuado para el habla y posibilita el análisis filosófico y estructural de los diferentes tipos de discursos. Es, pues, en este sentido donde quisiera que el lector ubicara el presente texto.

No es lo mismo escribir sobre la rabia, sobre la indignación, sobre la corrupción y sobre el genocidio en México que escribir la rabia, la indignación, la corrupción y el genocidio de los mexicanos. En el primer caso, el amanuense se coloca por encima de su objeto escritural, presumiendo de una suerte de visión panóptica capaz de articular los componentes sintácticos del momento crítico que vivimos acá. En cambio, el segundo supuesto implica que el escribano se yergue presencial y vívidamente frente a los actos, los sentimientos y las emociones humanas reveladas en los síntomas de la crisis estructural del capitalismo a la que asistimos, categorizándolos en enunciados cuyos sujetos tienen nombre y apellido. El lugar donde se coloca el amanuense frente a su objeto escritural determina la diferencia entre el sujeto escribiente en ausencia y el sujeto escribiente en presencia.

Con lo escrito hasta aquí, es probable que el lector suspicaz me acuse de exponer una visión simplista y reduccionista de los complejísimos mecanismos de la cultura lecto-escritural en Occidente. En mi descarga, además de otorgarle entera razón, respondo que para los fines que persiguen estas líneas, el simplismo y la reducción expresas funcionan como las estacas que soportan los palafitos sobre las aguas. Porque de lo que se trata aquí es de discurrir sobre la condición que el Estado criminal le ha otorgado a una especie bien determinada de palafito (el escritor de la prensa crítica) frente a otra especie igualmente determinada (el escritor de reflector, el amanuense de parafernalia).

Generalmente el escritor de reflector utiliza sus habilidades orales y escriturales para consentir al régimen. Sin embargo, en el México de siglo XXI, donde es claro que el Estado crea sus propios contrapesos de disidencia (mañosamente llamados “movimientos de izquierda” o “partidos de oposición”), es necesario matizar la cuestión. Pensemos en dos figuras “magnánimas” y representativas de las letras mexicanas: Enrique Krause y Elena Poniatowska.

Wikipedia, ese gran proyecto enciclopédico colectivo y en constante actualización,  presenta a Enrique Krause como “un escritor, historiador, biógrafo, crítico, editor, ingeniero, empresario cultural, director de la Editorial Clío y de la revista cultural Letras Libres, miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio Nacional [que] ha escrito más de veinte libros, entre los que destacan Siglo de caudillos, Biografía del poder, La presidencia imperial, La presencia del pasado y Redentores [y] ha producido más de 300 programas y documentales sobre la historia de México”.[2] Este empresario cultural, disfrazado de historiador, calificado de crítico y abrazado fraternalmente por las instituciones académicas de más prestigio en nuestro país tiene, desgraciadamente, una masa de seguidores que defienden su escritura a capa y espada, sin cuestionar el lugar donde esta eminencia se coloca frente a ella.

Sirva como ejemplo una experiencia personal. Siendo quien soy, una historiadora disidente que asume que el humanista que no se implica en las luchas de su tiempo es un humanista inútil, pocos “amigos” me quedan entre el gremio de los profesionales de la historia. Y uno de esos pocos, desechó una amistad de casi diez años cuando la que suscribe creó el grupo “¡¡¡Enrique Krause, fascista!!!” en Facebook, argumentando que la producción historiográfica del empresario cultural es valiosa. En este estado lamentable se encuentra el análisis y la crítica de los profesionales sobre los procesos de nuestra contemporaneidad. Porque a Krause nadie le dictamina sus textos para publicarlos, como sí ocurre con los historiadores de “poca monta”, miembros del Sistema Nacional de Investigadores como yo. Porque Krause, en su calidad de “empresario cultural”, representa la opinión de “los expertos”, de “los que saben”, y es por eso que los medios de comunicación NO libres lo requieren en sus editoriales y en entrevistas radiofónicas y televisivas. Porque Krause habla y escribe sobre política e historia pero no escribe la política ni la historia, dado que es un crítico mediatizado. Porque a Krause nadie lo amenaza, nadie lo acosa, nadie lo tortura y nadie lo exterminará puesto que sus dichos y su escritura no rozan, siquiera tangencialmente, la insurrección de los saberes.  Porque Krause es un engranaje más de la cultura neoliberal que, sin tapujos, defendió el proceso de privatización de los bienes nacionales con su apoyo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aunque se le tiene como un crítico del salinato y, en 2006, con su “trabajo crítico”, fue cómplice del descrédito mediático contra Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y legitimó las sucias elecciones de ese año, gracias a las cuales subió a la presidencia el genocida Felipe Calderón. Porque Krause es un estafador que arropa a los de su clase, vista la defensa pública que en 2014 hizo de la figura de Rosa Verduzco y La Gran Familia. En suma, Enrique Krause es un amanuense que funciona como la parafernalia intelectual del régimen: apenas en junio de este año el pseudohistoriador expuso en el Foro Mundial RH 2015 -patrocinado por Oxxo, Sura, ManpowerGroup y el Tecnológico de Monterrey, entre otros-, que el estado de Nuevo León se encuentra en “la vanguardia de un nuevo capítulo de la democracia”[3] con el triunfo del expriísta “independiente” Jaime Rodríguez “el Bronco”, aunque nada expresó sobre la represión electorera en municipios guerrerenses y oaxaqueños. ¡Qué altura de miras!

Pero he apuntado que los escritores que se asumen como “de izquierda” también forman parte del vulgar espectáculo oral y escritural del régimen. Elena Poniatowska representa  quizá uno de los ejemplos más reveladores de la prostitución escritural de la “izquierda intelectual” de este desgraciado país. “Elenita” es la encarnación de la potestad y de la vigencia del sistema de castas a nivel global:

Su madre, Paulette, se llamaba en realidad Dolores Amor y nació en 1913 en París, hija de una familia porfiriana exiliada tras la revolución. En París se casó con otro exiliado, el heredero de la corona polaca Jean Evremont Poniatowski Sperry, y en París nacieron Helène y Sofía, a quien todos llaman Kitzia. Heredó el título de princesa de Polonia, aunque ella misma afirma que le importa muy poco y no frecuenta a su familia europea, que la llama ‘La Princesa Roja’.[4]

Fiel devota de los delirios y las incongruencias lopezobradoristas, la “Princesa Roja” escribió una crónica novelada –que no una historia crítica- sobre la represión de 1968 para, décadas después, en 1987, aparecer sonriente en una serie de fotografías junto a Carlos Monsiváis, Héctor Aguilar Camín, Rafael Tovar y Teresa, Gabriel García Márquez y otros, todos en coro legitimando la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari, del mismo modo que AMLO entronó con sus carismáticos abrazos a Abarca y a Aguirre en Guerrero y a los aspirantes a una diputación federal por MORENA en la reciente farsa electorera. ¡Ah! y para entender la difusa línea ideológica que separa a los escritores del régimen con los “de izquierda”, recuérdese que Poniatowska también dejó explayar su pluma para defender a la anciana zamorana a quien, su senilidad le salvó de un proceso judicial, según las declaraciones de Murillo Karam. Usos y costumbres de las mafias, nada más.

Recientemente, el 18 de julio de este año, la “Princesa Roja” apareció en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos como parte de un contingente de intelectuales y artistas “de izquierda”, integrado además por Héctor Bonilla, Juan Villoro, Armando Bartra, Gabriel Retes, Luis Hernández Navarro, Rafael Barajas “el Fisgón” y Marta Lamas, cuyas virtudes críticas les merecieron el título de “padrinos de honor” de la generación 2011-2015. Sus discursos, atisbados de lugares comunes, fueron aplaudidos por algunos mientras que Otros, los normalistas en pie de lucha junto a los padres y las madres de los estudiantes desaparecidos forzadamente por el Estado mexicano en septiembre de 2014, difundieron un documento durante el evento en el que

acusaron “distribución de dinero sucio” para el pago de los trajes que vistieron y ese acto [y] aunque agradecieron la presencia de intelectuales como padrinos, los inconformes afirmaron que ellos acordaron junto con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos ‘no negociar’ con el gobierno estatal, como lo hizo, según señalaron en su escrito de dos páginas, el comité de proclausura [porque] “todos esos lujos son pagados con dinero sucio, aún cuando proviene de los contribuyentes del pueblo han pasado por las manos manchadas de sangre y corrupción de los políticos que gobiernan el país”.[5]

Estos magnánimos representantes del intelectualoidismo mexicano “de izquierda”, que tampoco deben hacer pasar sus escritos por dictámenes a doble ciego, ni ir de casa editorial en casa editorial para ver publicados sus libros, utilizan el boom mediático del conflicto social como telón de fondo de un escenario corrosivo y perverso. Porque “critican” al sistema desde la disidencia controlada y sus artilugios retóricos les sirve para continuar vigentes en el espectro mediático.

Hay quien opina que en un país como el nuestro, donde la tasa de analfabetismo en el 2010 era de 6.9% según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía,[6] la influencia de los dichos y los escritos de estos sabiondos es nula. Desde mi punto de vista, estos opinadores son incapaces de vislumbrar la dimensión simbólica del asunto, así como los pejistas tampoco alcanzan a entender el pernicioso mensaje detrás del “inocente” slogan “AMLO es MORENA”. Porque muy poca atención se le presta a lo que Pierre Bourdieu ha llamado la alquimia de la representación:

la palabra o, a formatiori, el refrán, el proverbio y todas las formas de expresión estereotipadas, o rituales son programas de percepción y diferentes estrategias, más o menos ritualizadas, de la lucha simbólica diaria, de la misma manera que los grandes rituales colectivos de nominación o, más claramente aún, los enfrentamientos de visiones y previsiones de la lucha propiamente política, contienen una cierta pretensión de la autoridad simbólica en tanto que poder socialmente reconocido a imponer una cierta visión del mundo social, es decir, a imponer divisiones del mundo social. En la lucha por la imposición de la visión legítima, en que la propia ciencia está inevitablemente empeñada, los agentes detentan un poder proporcionado a su capital simbólico, es decir, al reconocimiento que reciben de un grupo: la autoridad que funda la eficacia performativa del discurso es un percipi, un ser conocido y reconocido, que permite imponer un percipere, o, mejor aún, que permite imponerse oficialmente como imponente, es decir, frente a todos y en nombre de todos, del consenso respecto al sentido del mundo social que funda el sentido común. [7]

Así, aunque los mexicanos no hayan leído nunca la escritura de un Krause o de una Poniatowska, el hecho de ser figuras conocidas y reconocidas los convierte en autoridades simbólicas del consenso, es decir, del sentido común, y es por eso que su presencia es requerida mediáticamente. Que una escritora “de izquierda” acepte el Premio Cervantes de manos de la realeza española y que, más tarde, esa misma escritora apadrine a la generación de normalistas, habida cuenta de la situación que se padece en esa institución que también la condecora, además de denotar la crisis de conciencia que padecen los letrados, nos advierte sobre el tipo de legitimidad que estos “críticos de izquierda” obtienen y las vías por las que hacen efectiva tal legitimidad. Más grave aún es lo que mediáticamente hacen con esa legitimidad impostada.

En la jerga de los músicos, el término impostar se utiliza para referir al acto de “fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación ni temblor”.[8] Pues bien, el sonido que emiten los escritores que hasta aquí he perfilado –sean de derecha, de centro, de izquierda, de todo eso y de su contrario- es un sonido fijo en el sistema partidocrático neoliberal mexicano que alcanza su plenitud “sin vacilación ni temblor” en los medios de comunicación tradicionales. Porque en la dimensión pública que adquieren al aparecer en la prensa, la televisión o la radio, no se les cuestiona y sí se les expone como los garantes de la erudición, la crítica y el análisis en un país en el que desde hace años se extermina sistemáticamente a los escritores que no son de reflector, a los que no son parafernalia. La legitimidad impostada es la condición del sujeto escribiente en ausencia.

Hoy, mientras que el sujeto escribiente en ausencia aparece, irónicamente, en los medios masivos recibiendo premios y autorizando las desviaciones estructurales del sentido de la ética y la dignidad humanas, el sujeto escribiente en presencia desvela su ser solamente después de su muerte. La presencia mediática de ese amanuense es efectiva en su ausencia. Y si no, preguntárselo al gremio de los periodistas quienes, hoy por hoy, son los verdaderos críticos, analistas y cronistas de los tiempos que dolorosamente nos ha tocado vivir.

Según la nota difundida el día de ayer por Regeneración,[9] solamente el gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, carga en sus espaldas el asesinato de más de una decena de comunicadores y la desaparición forzada de cinco periodistas. Armando Saldaña Morales, Octavio Rojas Hernández, Moisés Sánchez, Noel López Olguín, Miguel Ángel López Velasco –asesinado con su esposa y su hijo-, Misael López Solana –fotoperiodista hijo de López Velasco-, Yolanda Ordaz, Regina Martínez, Guillermo Luna Varela, Gabriel Huge Córdova, Esteban Rodríguez, Víctor Manuel Báez Chino, Juan Mendoza Delgado, Gregorio Jiménez de la Cruz y muy recientemente Rubén Espinosa Becerril, son los nombres de estos sujetos escribientes en presencia, conocidos y reconocidos en ausencia. A ellos debemos sumar el asesinato de más de una centena de profesionales de la comunicación entre 2000 y 2015, la inconclusa lista de los miles de activistas, estudiantes e inmigrantes asesinados y desaparecidos por el Estado mexicano y los inexactos datos sobre la cantidad de personas que, con anuencia de este Estado criminal, son víctimas de la prostitución obligada, el tráfico de órganos, la tortura, la prisión injusta y los “daños colaterales” del exterminio sistemático contra la población disfrazada de “guerra contra el narco”.

En este país, el delito de escribir se castiga con cárcel, con tortura, con desaparición o con una muerte sanguinaria. Mientras que describir, es decir, figurar algo delineándolo para exponer un discurso maniqueo, superfluo y encubridor, se premia, se halaga, se mediatiza y se pondera. Los tentáculos de este sistema genocida han alcanzado incluso la escritura en los muros que, de suyo, nos pertenecen. Durante las campañas electoreras pasadas, corría en Twitter una convocatoria de MORENA invitando a la población a “prestar tu barda” para “pintar la Ciudad de MORENA” porque, como soporte escritural, el muro habla y propone. Sin embargo, cuando ese soporte escritural es utilizado por los graffiteros, éstos son criminalizados, acosados y asesinados. En la lucha entre la memoria y el olvido, es necesario rescatar aquí la escritura de Ricardo Cadena Becerra, un joven poblano de 18 años que en la madrugada del 4 de mayo de 2015 fue asesinado por Yahir Mote, entonces subdirector de Seguridad Pública Municipal de San Pedro Cholula, por dejar su marca en una barda, habida cuenta de que dos meses antes “el Congreso de Puebla aprobó la Ley Antigrafiti que plantea castigar hasta con seis años de cárcel a quien dañe propiedad privada con pintas. El delito es castigado con una pena de tres a seis años de prisión cuando el daño se cometa en contra de inmuebles catalogados como históricos o arqueológicos, y en ello no alcanzarán la libertad bajo caución”.[10]

El muro “prestado” para describir la falacia de la esperanza partidista hace las veces de los discursos del Krause, la Poniatowska y otros de su talante, mientras que el muro utilizado para escribir el hartazgo, la indignación, la rabia y la cultura de la desobediencia al Estado criminal se asemeja a la nota periodística que incomoda hasta la médula y, por eso, es necesario exterminar. Cabría preguntarnos qué resulta “más” criminal: ¿la escritura prostituida de los sabiondos o la escritura de los periodistas que, con muchas dificultades, pueden saldar sus cuentas económicas mes con mes pues reciben un salario miserable mientras exponen su vida?

Con indignación y rabia a 4 de agosto de 2015

Reseña curricular de la autora

Anel Hernández Sotelo (México, D. F., 1979)

Doctora y maestra en Humanidades por la Universidad Carlos III de Madrid (2006-2011). Licenciada en Historia por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (2000-2005). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel 1) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México. En el año 2014 realizó una estancia de investigación posdoctoral en el Centro de Estudios de las Tradiciones de El Colegio de Michoacán y un año más tardé cursó el Certificado en Teoría Crítica en 17, Instituto de Estudios Críticos. Para más información, visítese su blog personal www.tlacuiloloyan.blogspot.mx

 

 

 

 

 

 

[1] OLSON, David R., El mundo sobre el papel. El impacto de la escritura y la lectura en la estructura del conocimiento, Barcelona: Gedisa, 1999, p. 100.

[2] “Enrique Krause” en Wikipedia. La enciclopedia libre, 23 de julio de 2015, disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Krauze, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[3] CASAS, David, “NL a la vanguardia de un nuevo capítulo de la democracia: Krause” en La Crónica, 12 de junio de 2015, disponible en http://www.cronica.com.mx/notas/2015/903618.html, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[4] “Elena Poniatowska” en Escritoras.com Literatura escrita por mujeres, 19 de diciembre de 2013, disponible en http://escritoras.com/escritoras/Elena-Poniatowska, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[5] REYES, Laura, “Ayotzinapa: La graduación de una generación ‘cargada de ausencias’” en CNN México, 18 de julio de 2015, disponible en http://mexico.cnn.com/nacional/2015/07/18/ayotzinapa-la-graduacion-de-una-generacion-cargada-de-ausencias, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[6] INEGI, información disponible en http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/analfabeta.aspx?tema=P, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[7] BOURDIEU, Pierre, ¿Qué significa hablar? Economía de los intercambios lingüísticos, Madrid: Akal, 2001, p. 66.

[8] Real Academia Española (RAE), voz: “impostar”, recurso digital disponible en http://lema.rae.es/drae/?val=impostar, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[9] “100 periodistas asesinados en México en sólo 15 años” en Regeneración, 2 de agosto de 2015, disponible en http://regeneracion.mx/causas-justas/100-periodistas-asesinados-en-mexico-en-15-anos/, última consulta: 3 de agosto de 2015.

[10] Redacción, “Subdirector de Policía en Puebla mata a joven por grafitear y se da a la fuga” en SinEmbargo, 4 de mayo de 2015, disponible en http://www.sinembargo.mx/04-05-2015/1333742, última consulta: 4 de agosto de 2015.

Creatividad revolucionaria

Escribe: Adolfo Huerta Alemán

imagen de revistaemica.blogspot.com

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“Nunca  se ha de pensar  en  toda  la  calle  de  una  vez ¿entiendes? Sólo  hay  que  pensar  en  el  paso  siguiente,  en la  inspiración  siguiente,  en la  siguiente  barrida.  Nunca  nada  más  que  en  la  siguiente”.

<<Michel  Ende  de  su  maravillosa  novela  Momo.  Ed. Alfaguara 2001>>

 

Estamos  viviendo  días  donde  hay  pruebas  de sobra,  donde  mujeres  y  hombres  que  están  a  cargo  de  las  instituciones  que  nos  dirigen   y   trabajan  por  el  bien  común  de  nuestra  sociedad,  no  están  cumpliendo  para  lo  que  fueron  elegidos  y  no  olvidemos  que   no,  nos  están  haciendo  un  favor,  pues  se  les  paga  y  reciben  unos  salarios   bien  altos,  que  rayan  en la  grosería,  frente  a  salarios  de la  clase  trabajadora.

Mucha  gente  se  queja,  pero  en el  clóset,  no  hay   propuestas  ni  mucho  menos  participación  por  parte  de  las  y  de los  que  se  quejan  a  escondidas.

No  descartamos  que  también  hay  mujeres  y  hombres  con  otro  grado  de  conciencia  y  de  participación  ciudadana  y  en  los  movimientos  sociales,  están  haciendo  algo  y  están  proponiendo.

Todavía  son  demasiadas  las  y  los  que  no  se  quieren  convencer,  de que  no  necesitamos  un  mesías,  o  algún  santo  para  salvar  a  nuestro  país.   Simplemente  necesitamos  seres humanos,  nos  necesitamos  unos  a  otros  y  trabajar  en  equipo,  lo  que  nos  debe  de  unir  a  las  y  a  los  mexicanos  en  éste  momento  histórico,  no  es  el  fútbol,  o  alguna  religión,  mucho  menos  un  partido  político.

Sino,  la  de  velar  por  la  vida  en  común  y  una  vida  con  dignidad,  éste  es  el  proyecto  en  común,  que  a   todas  y  a  todos  nos  debe  de  unir  en  éste  instante.

Hasta  el  día  de  hoy  nos  cuesta  a  las  y  a  los  mexicanos  trabajar  en  común,  por un  verdadero proyecto  que  salve   nuestro  México,  de  individuos  sin  escrúpulos   que  sólo  velan  por  su   poder  y  seguir  robando.

Hoy  estamos  llamadas  y  llamados  a  superar  nuestras  envidias  y  diferencias,  nos  comportamos  como  niñas  y  niños  mimados,  donde  cualquier  pendejada  nos  divide,  sino  es  el fútbol,  es  la  religión  católica  y  todas  sus  sucursales  donde  está  en  oferta  la  fe  milagrera  y  de paso  está  la  política  partidista,  todos éstos  factores  y  más,  nos  dividen  y  nos  polarizan,  lo peor,  nos  distraen,  con  esquemas  e  historias  repetidas,  en  cada  sexenio.

Habrá  muchos  elementos  en  contra  de  nuestra  gente:  jornadas  de  más  8  horas  de  trabajo,  telebasura  que  teledirige   y  baja  el  autoestima  de la  gente  ingenua,  terror  en  la  calles  para  seguir  manteniéndonos  paralizados,  todo  esto  y  más, provoca  en  nuestra  gente  <<La  flojera  mental  e,  intelectual>>  es  esto  lo  que  más  nos  hace  daño,  y  creo  que  es  la  raíz  de  todos  nuestros  males.

La  flojera  mental  e,  intelectual  es  la  que  ha   permitido  la corrupción  que  vivimos,  y  ha  creado  el  infierno  que  nosotros  mismos  hemos  creado  con  nuestras  propias  manos  e,  indiferencia.

La  flojera  mental  e,  intelectual  de  no  querer  pensar,  la  de  no  analizar,  la de  no  reflexionar,  la  de  no  informarnos,  la  de  no  ser  críticos  ante  nuestra  realidad  y  por  lo  tanto,  esta  flojera  mental  e,  intelectual  nos  ha  llevado  a  no  actuar.

Hoy  estamos  obligadas  y  obligados  a  dejar  nuestra  flojera mental  e,  intelectual,  para  pensar  juntos,  para  activar  nuestra  imaginación  y  creatividad,  es  lo  único  que  necesitamos  en  estos  momentos.

No  necesitamos   de  individuos  que  sólo  velan  por  su  status quo,  éstos  nos  han  domesticado   a  creer  que  no  hay  ningún  beneficio  económico,  cuando  nos  ponemos  a  pensar  en  comunidad, comenzado  en  nuestros  hogares  y  barrios.

No  todo tiene  que  tener  una  retribución  económica,  tenemos  que  volver  a  recuperar  la  gratuidad  que  está  en  cada  una – uno  de  nosotros.

No  perdamos  la  capacidad  de  pensar  y  más,  la  de  pensar  juntos,  se  está  haciendo  realidad  aquella  novela  de  corte  juvenil  de  Michel  Ende <<La  Historia  Sin Fin>>  donde  nos  advertía  lo  peligroso  que  puede  ser,  la  de  dejar  de  soñar,  la  de  imaginar  otros  mundos  posibles,  hasta  parece  que  esa  novela es  una  profecía,  donde  en  nuestros  días,  se  está   haciendo  realidad.

¡Es  hora  de  pensar!  De  volver  a  confiar  en  nuestra  imaginación,  para  provocar  y  despertar  nuestra  creatividad,   y  así  llegar  a  una  <<creatividad  revolucionaria>>  donde  volvamos  a  recuperar  nuestros  espacios  gratuitos  y  públicos,  donde  volvamos a  ser,  seres humanos.

Nuestra  creatividad  nos  llevará  a las ideas  que  nos  muevan  actuar  en  común,  donde   todas  y  todos  colaboremos,  para  recuperar  la vida  y  una  vida  con  dignidad.

Nuestros  líderes  políticos,  magisteriales   y  religiosos,  no  están  trabajando  a  nuestro  favor  y  mucho  menos,  para  pensar  por  nosotros  mismos,  quieren  que  sigamos  siendo  sus  marionetas, para  seguir  manejándonos  a  su  antojo  y  para  sus  intereses.

¡Hoy  en  día  no  estamos obligados  a seguir  sus  preceptos  y  normas  ideológicas,  religiosas  y  morales!  Estos  se  han  convertido    en   cadenas  mentales  y  espirituales,  que  lo  único  que  hacen  es  que  nos  comportemos  como  sus  fenómenos  para  su  circo  mediático.

¡Rompamos  con  esto!  Que se ha  convertido  en  usos  y  costumbres  de  nuestra  vida  cotidiana ¡Dejemos  volar  a  nuestra  imaginación  y  creatividad! Nos  han  engañado  de  que  siendo  flojos  mentales  e,  intelectuales,  así  viviremos  felices.

Está  en  el  poder  de  nuestra  voluntad  de  pensar  para  actuar,  no  necesitamos  de  individuos  que  sólo  roban  y  pisotean  nuestros  derechos  humanos  más  esenciales,  ahora  corresponde  a  las  y  los  ciudadanos  de  a  pie,  usar  nuestra  imaginación  y  creatividad  para  despertar  la  participación  de  más   mujeres  y  hombres, para  vivir  con  libertad   y  dignidad.

¡Hagamos  la  revolución  de  pensar  juntos,  con  las   dos  únicas  armas  que  necesitamos  en  éstos  momentos! La  imaginación  y  la  creatividad.

“Míralos, lo que  parecen  los  que  han  vendido  la  vida  y  el  alma  por  un  poco  de  bienestar. . . Se  trataba  de  una  conquista  callada  e  insensible,  que  avanzaba  día  a  día,  y  contra  la  que  nadie  se  resistía,  porque  nadie  conseguía  darse  cuenta  de  ella.  Y  los  conquistadores ¿quiénes  eran?”.

<<Michel  Ende  en  Momo. Ed. Alfaguara 2001>>

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gofoman@hotmail.com

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De-generación en generación

Escribe: Adolfo Huerta Alemán

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“De  loco  me   salgo  de  la  casa  de  mis  papás. . .

Una  vez  titulado,  con  maestría  y  un  súper trabajo,  probablemente  me  salga”.

<<Ricardo;  estudiante  nacido  en  1985. 

Algarabía  tópicos  Las  generaciones  julio – agosto 2011>> 

 

La  generación  que  nos  sigue, puede presumir  de  muchas  cosas,  que   tiene  mucha información  a  su  alcance  y  que la  consigue  en  un  minutos,  que  las   niñas  y   los niños  pueden  con facilidad  manejar  un  celular   o  la computadora,   hay   mucho  y  tanto  de  todo.

En  toda  época  hay  grupos   sociales,  que  con  el  paso  del   tiempo  van  formando  su  identidad,   por  lo  tanto,  se  van  identificando  con  sus  valores   e   ideales.

Esto  los  hace  únicos  y  van  marcando  el  rumbo  de la Historia,  pues   aportan   una  forma  novedosa   de  ver  y   hacer  las  cosas.

Por  consiguiente,  las  generaciones  se  convierten  en  una óptica,  para   interpretar  la  existencia   y  tener  criterios   para   actuar  frente a la  realidad  que nos  toca  vivir .

El concepto  de  generación,  lo  podemos ver  como  un  término útil  que  nos  contextualiza, la  personalidad   colectiva  socio histórica   de  una   época  en  curso.

Las   directrices  de acción  y  los patrones  de conducta,  que  nos  lleva  a tener  actitudes sociales  del   tránsito  de la  Historia,  nos  ayuda  a conocernos  a nosotros  mismos,  y  tal vez,  sin  ser pretenciosos,  poder  descifrar   un  pronóstico  de lo  que nos  espera  en  el  futuro.

Una generación   pude   estar   compuesta  por   recuerdos,  usos  de  lenguaje,  costumbres,   creencias,  ideologías  y  lecciones  de   vida.

Mi   generación,  tendrá   de  vida  ¿unos  30  años  de  vida?  Años   más,  años  menos,  lo  que  sí  es  verdad,  es  que  vamos  a  morir  y  vamos  a  desaparecer,   especulación  que  me  tiene  sin  cuidado,  ya  vamos  de  salida  los  cuarentones  de  ésta   época  ¿Qué  hicimos? ¿Qué  aportamos? ¿Hacia  dónde  nos  dirigimos? ¿Dónde  estamos?

Empero,   los  que  siguen  de  nosotros  ¿Qué  los  unifica? ¿Qué  es  lo  que  quieren? ¿Hacia  dónde  quieren  llegar?

¿De  verdad  podemos  descubrir   que  cada  generación  sabe  lo  que  quiere?

Que  nos  resta  a   ésta  generación  que  ya  vamos  a  la  tumba ¿Qué  no  pasó  nada? ¿Qué  sólo  mantuvimos  el  sistema  que  nos  teledirige?  ¿Cuánto  tiempo  resistirá  el  estilo  de  vida  que  llevamos?

No  hay  respuestas,  no  hay   horizontes ¿Sabremos  canalizar  las  cuestiones? ¿Estaremos  preparados  para  las  respuestas?

Tal vez,  como  afirmó  Albert  Anaya,  si  hay  algo   que  unifica  a  la  generación  que  nos  sigue,  y  es  ésta:  la  de  trabajar  para  tener  dinero  y  gastarlo  en  celulares  más  inteligentes  que  ellos.

“A  los  días  le  dijo:  hijo,  debes  buscar  un  oficio  Pol  le  contestó:  tengo  uno,  pertenezco  a  una  banda. . .

Por  ti,  muchas  lenguas  hablaron  una  sola.  Revolución  de  su   generación;  sonido  de  libertad  y  rebelión».

<<Albert  Anaya  de  su  libro  Los Beatos Camino  a  la  Abadía  Ed. Trafford  2011>>   

El teatro (académico) del mundo; reflexiones sobre las cloacas del imperio

Escribe Anel Hernández Sotelo

 

imagen tomada de listas.20minutos.es

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En México las verdades oficiales están enterradas bajo lodo con sangre. El suelo mexicano vomita cadáveres. Hace varias décadas Santiago Camacho escribió un libro titulado Las cloacas del imperio. Lo que Estados Unidos oculta al mundo[1] y, sin fundamento alguno, la obra fue calificada como un irracional discurso promovido por los entusiasmados de las teorías de la conspiración. No se cuántos de los que tienen a Camacho como un periodista “conspiracionista” han leído esta obra. Menos sé cuántos de esos lectores son asiduos lectores de libros de historia. Yo, como lectora y como historiadora, recomiendo el texto pues me queda claro que los cánones que determinan la buena literatura y la buena investigación histórica son sólo eso, cánones, o sea, imposiciones de lo que el buen gusto es. Un libro sugerente siempre se agradece.

Retomando el título de aquella obra, hoy otras cloacas del imperio están quedando al descubierto. Los organismos gubernamentales y noticiosos de todo el mundo – especialmente los estadounidenses, aunque no sólo-, que desde el año 2012 promovieron la imagen de Enrique Peña Nieto como el joven candidato presidencial que firma y que cumple sus compromisos, ahora actúan como avestruces incómodas y temerosas escondiendo la cabeza. Esos mismos organismos enaltecieron a la actual cónyuge del mandatario como la modelo de la mexicana sofisticada y progresista. Angélica Rivera dio la vuelta al mundo como un dechado de virtudes, a pesar de que sus logros más loables se reducen a ser una “estrella” más de Televisa, con todas sus implicaciones.  Cabe preguntarnos entonces por las cloacas que faltan por destapar.

Ayotzinapa es la coyuntura parida durante las últimas cuatro décadas del devenir occidental. Esta coyuntura fue gestada al menos desde 1453, luego de la desestructuración sistémica de eso que los historiadores –por economía del lenguaje, es decir, por comodidad- encerramos en el concepto de Imperio Romano de Oriente. No es lugar ahora para extenderme en estas consideraciones que retomaré en otro momento. Lo que me interesa destacar ahora es que Ayotzinapa, además de ser un lugar físico es hoy un espacio metafísico en el que se contiene el punto de no retorno, tal y como lo expresaron ayer en rueda de prensa los voceros del grupo de padres de los 43 desaparecidos, los estudiantes normalistas y los abogados que les asisten, luego de sentarse durante más de cuatro horas con Enrique Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos.

Y escribo sobre el espacio metafísico apoyándome en el inmejorable estudio filológico de Fernando Rodriguez de la Flor titulado La península metafísica.  En el prólogo de la obra el autor desvela a sus lectores el objetivo primero y último de su obra: “se trata en este libro de tomar conciencia de la organización de un teatro donde el espíritu de un tiempo ‘muestra’ aquello en lo que dice creer (o aquello en que desea que se crea) [en el que] se condensan los estratos geológicos de una suerte de ‘inconsciente nacional’, en lo que fue la era decisiva de su formación: el Siglo de Oro”.[2] Ese teatro del mundo del que se ocupa el filólogo, estuvo sustentado en artefactos retóricos y en reconstrucciones de sentido que culminaron en la propia exterminación de lo que la realidad es. Y hoy, ese teatro del mundo se vivifica, más de tres siglos después, en México.

Si bien desde hace años en Radio Pasillo se rumora que la única manera de lograr un lugar en la academia es trepando, arrebatando, engañando y corrompiendo, hoy el mundo entero sabe que las universidades se han convertido en casas de criminales. Ernesto Zedillo es actualmente  director del Centro para el Estudio de la Globalización de la Universidad de Yale,[3] a pesar de que en el año 2012 los sobrevivientes de la masacre de Acteal exigieron a la Corte Internacional un juicio político contra él.[4] Nada se hizo porque el catedrático de Yale obtuvo del Departamento de Estado de Estados Unidos inmunidad política a instancias del gobierno de Felipe Calderón.[5] A su vez, Felipe Calderón goza ahora mismo de la beca Líderes Globales Públicos Angelopoulus concedida por la Universidad de Harvard, con la que ostenta una plaza académica de carácter temporal.[6] No hay que olvidar que ambos mandatarios gozan de mensualidades millonarias y vitalicias provenientes del erario público mexicano sólo por haberse desempeñado como presidentes de la nación. Finalmente, Peña Nieto carga con su propia masacre: Atenco.

La historia política del egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México Emilio Chuayffet Chemor bosqueja también el emotivo desfile de personalidades que actúan en este teatro del mundo que es México, en donde ya no es discutible señalar la vinculación entre los órganos educativos y la criminalidad. Luego de desempeñarse como gobernador del Estado de México –obviamente apoyado por el Grupo Atlacomulco, mismo que merecería un texto aparte-, recibió de Ernesto Zedillo la titularidad de la Secretaría de Gobernación. Así,  tanto Zedillo como Chuayffet deben ser llamados a rendir cuentas no sólo por la masacre de Acteal, sino también por la matanza de Aguas Blancas,[7] junto con el ex gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, quien hoy goza de licencia para separarse del cargo –sin perder sus fueros- mientras se esclarecen los asesinatos y las desapariciones forzadas de los  normalistas de Ayotzinapa. En 2012, de ser presidente de la Cámara de Diputados Chuayffet Chemor saltó a la Secretaría de Educación Pública como miembro del gabinete del actual presidente Enrique Peña Nieto. Singular personaje éste que actualmente está al frente de la secretaría de Estado que “tiene como propósito esencial crear condiciones que permitan asegurar el acceso de todas las mexicanas y mexicanos a una educación de calidad, en el nivel y modalidad que la requieran y en el lugar donde la demanden” y cuyos valores son “honestidad, responsabilidad, honradez, respeto, compromiso, integridad, liderazgo, actitud de servicio, disciplina e igualdad”.[8]

La educación en México ha sido prostituida. Las rectorías universitarias han sido en muchos casos antesalas de las gubernaturas estatales. El ciudadano de a pie ya no sabe dónde empieza el académico que se convierte en político y que más tarde se metamorfosea en criminal o viceversa. Caso concreto: Rogelio Ortega Martínez, el recién nombrado gobernador interino del estado de Guerrero, luego de la licencia concedida a Ángel Aguirre Rivero. Desde el año 2010 y hasta antes de su interinato, Ortega se desempeñaba como secretario general de la Universidad Autónoma de Guerrero, donde además ostentaba el cargo de profesor-investigador del Centro Interuniversitario para la Integración Americana y fungía como coordinador del Cuerpo Académico en Consolidación “Instituciones, Democracia y Cambio Político”. [9] A pesar de que la Asamblea Nacional Popular –cuya sede es precisamente la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa- exigió que fuese un representante de la sociedad civil quien se responsabilizara del interinato en la gubernatura de Guerrero,[10] el Ejecutivo Federal impuso a Ortega para el cargo. ¿Por qué? ¿Qué virtudes podrá tener un académico como Ortega para asumir la gubernatura del colapsado estado de Guerrero?

En el historial de Ortega no aparecen dotes probados de su liderazgo político. En su lugar, se ha esparcido la noticia de que el gobernador interino impuesto tiene vínculos con el ERPI (Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente) y con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) al menos desde el año 2002.[11] ¿Será entonces ésta una de las virtudes que hace de Ortega la persona idónea para desempeñar el cargo que “la nación le demanda”? Aunque el académico venido a gobernador ha declarado que se trata de una infamia, es claro que en el teatro del mundo los artefactos retóricos se usan indiscriminadamente.

A este siniestro mapa de lo que es hoy la política mexicana hay que añadir el atentado que el día de ayer, miércoles 29 de octubre, sufrió el académico Ernesto Villanueva nada menos que dentro de Ciudad Universitaria. Entre otros temas, Villanueva ha venido trabajando desde hace tiempo en la investigación sobre los mecanismos de corrupción al interior de la universidades mexicanas y de los centros de investigación.[12] Gracias a que contaba con un auto blindado, salió ileso del atentado y ha declarado que, luego de hacer públicas sus investigaciones sobre los vínculos entre el Cártel de Sinaloa y Diego Valadés Ríos –actualmente investigador titular «C» de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel III)- cuando éste se desempeñaba como Procurador General de la República, recibió amenazas del técnico académico Isidro Saucedo González, quien también forma parte del cuerpo de académicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.[13]

A la luz de estos acontecimientos, a la luz de la coyuntura que es Ayotzinapa, a la luz del largo expediente de irregularidades que se esconden intramuros de las universidades nacionales e internacionales, el término de narcoacademia se perfila como otro concepto indispensable para entender lo que tenemos enfrente: un estado fascista que no sólo tiene en las televisoras su máquina ideológica, sino también en las universidades y en los centros de investigación. Armando el rompecabezas quedan un poco más clarificadas algunas acciones –en apariencia inocentes e insignificantes- que no hacen más que evidenciar la censura imperante dentro de los centros académicos de nuestro país y bosquejar ciertas elucubraciones sobre la repentina desaparición de tesis de grado y de posgrado que han llegado a compartir el estatus de Dios: se habla de ellas pero nadie las ha visto.

Zamora, Mich., 30 de octubre de 2014

 

 

 

 

 

 

 

[1] CAMACHO, Santiago, Las cloacas del imperio. Lo que Estados Unidos oculta al mundo, Buenos Aires: El Ateneo, 1era. ed., 2004.

[2] RODRIGUEZ DE LA FLOR, Fernando, La península metafísica. Arte literatura y pensamiento en la España de la Contrarreforma, Madrid: Biblioteca Nueva, 1999, p. 10.

Recomiendo -principalmente a los “anticonspiracionistas”- la lectura concienzuda de este brillante y dilucidador texto sobre la ontología de lo barroco.

[3] Sitio oficial de la Universidad de Yale. Disponible en http://www.ycsg.yale.edu/center/zedillo.html; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[4] MARISCAL, Ángeles, “Sobrevivientes de Acteal demandan juicio en México contra Ernesto Zedillo” en CNN México, 22 de diciembre de 2012. Disponible en http://mexico.cnn.com/nacional/2012/12/22/sobrevivientes-de-acteal-demandan-juicio-en-mexico-contra-ernesto-zedillo; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[5] HERNÁNDEZ, Jaime J., “EU da inmunidad a Ernesto Zedillo por caso Acteal” en El Universal, 8 de septiembre de 2012. Disponible en http://www.eluniversal.com.mx/notas/869144.html; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[6] Sitio oficial de la Universidad de Harvard. Disponible en http://www.hks.harvard.edu/news-events/news/press-releases/felipe-calderon-appointment; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[7] HERNÁNDEZ JULIÁN, Ana Leticia, “Chuayffet y Aguirre salen premiados; Figueroa y Zedillo disfrutan de la vida civil: Aguas Blancas, a 18 años” en SinEmbargo, 28 de junio de 2013. Disponible en http://www.sinembargo.mx/28-06-2013/667696; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[8] Sitio web oficial de la Secretaría de Educación Pública. Disponible en http://www.sep.gob.mx/es/sep1/sep1_Vision_de_la_SEP#.VFLIir7nnoA; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[9] Redacción AN, “…Y ¿quién es Rogelio Ortega, el nuevo gobernador de Guerrero” en Aristegui Noticias, 27 de octubre de 2014. Disponible en http://aristeguinoticias.com/2710/mexico/y-quien-es-rogelio-ortega-el-nuevo-gobernador-de-guerrero/; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[10] Redacción, “Ayotzinapa exige Gobernador civil; universidades van a paro nacional el 5 de noviembre” en SinEmbargo, 25 de octubre de 2014. Disponible en http://www.sinembargo.mx/25-10-2014/1152133; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[11] Agencias, “Nuevo Gobernador de Guerrero, ‘manchado’ de sangre guerrillera” en Sipse.com. Información en todo momento, 28 de octubre de 2014. Disponible en http://sipse.com/mexico/ong-vincula-gobernador-interino-guerrero-rogelio-ortega-guerrilla-119873.html; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[12] Sus trabajos pueden consultarse en el blog personal del investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Disponible en http://ernestovillanueva.blogspot.mx; última consulta: 30 de octubre de 2014.

[13] DÍAZ, Catalina, “Fue un sicario profesional: Ernesto Villanueva” en El Universal, 29 de octubre de 2014. Disponible en http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2014/ernesto-villanueva-atentado-cu-iij-academico-unam-1050198.html; última consulta: 30 de octubre de 2014.

Bruta, ciega y sordomuda

Escribe: Anel Hernández Sotelo

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imagen tomada de bellasartesurjc.wordpress.com

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La academia mexicana y la domesticación del pensamiento crítico

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Estado y gobierno son dos nociones que en la praxis política mexicana se funden en una sola.  Justo sería entonces reconocer el legado de Luis XIV a los fundamentos de la “democracia” mexicana.  Si bien, resulta poco probable que quienes ostentan los cargos de gobierno sean capaces de esbozar un somero perfil histórico del monarca francés, en la práctica ejercen el poder con la máxima que a éste se le atribuye: “El Estado soy yo”. Y es que en México el Estado es el presidente, aunque también lo es el policía judicial, el diputado, el senador, el presidente municipal, el jefe delegacional, la secretaria del Ministerio Público, el juez de oficio, el empresario, el narcopolítico, el presentador del noticiero, el arzobispo y, más recientemente, son también Estado los dirigentes de la Policía Federal, la Policía Rural, la Fuerza Ciudadana y la Gendarmería. En este país miserable, el que humilla, ofende, desprecia, oprime, viola y mata es Estado. Los demás son sólo súbditos.

El buen súbdito, entonces, percibe al Estado como un ente de doble envergadura. Está prohibido disentir, exigir, opinar y criticar. El buen súbdito calla porque con su silencio obtiene las dádivas que los que disienten, exigen, opinan y critican jamás obtendrán. Así, el gobierno-Estado es percibido como un ente benefactor que se traviste con el rostro del personaje en turno. Los programas sociales y culturales,  las inversiones a instituciones científicas y educativas, los incentivos al desarrollo agrario y la promoción a los pequeños comerciantes,  son percibidos como producto de un aparato asistencialista que providencialmente da, obsequia y regala subsidios -según el más puro axioma de la caridad cristiana- a quienes entienden los beneficios del silencio. Nada más lejos de la realidad porque las arcas del Estado las llenamos, ahora sí, los ciudadanos que pagamos impuestos. Las instancias administrativas gubernamentales hacen un reparto corrupto de nuestros haberes. En manos de asesinos, traficantes, depravados y ladrones que ostentan los cargos públicos, este reparto es el que posibilita el lavado de dinero, el tráfico de influencias, los crímenes masivos y la emergencia y el mantenimiento de sistemas represores “a la carta”.

En este sistema de súbditos y ciudadanos a conveniencia, ¿quienes integran las instituciones universitarias y de investigación merecen un lugar aparte? ¿Los catedráticos, los profesores eméritos, los directores de los centros públicos de investigación, los que ostentan plazas de tiempo completo como profesionales de la educación superior, son súbditos o ciudadanos? Héctor Rojas apunta que “el índice de analfabetismo en México ha permanecido intacto en diez años, cerca de 6.8 por ciento de la población nacional mayor de 15 años es analfabeta. Ahora la cifra alcanza unos seis millones de mexicanos que no saben leer ni escribir […] En 2000, eran 5 millones 942 mil. En 2010 descendió medio millón. Cuatro años después, hoy, la cifra volvió a aumentar, no así el porcentaje, 5.8 millones de mexicanos analfabetas”.[1] Y, según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, el 71.9% de los jóvenes mexicanos entre los 18 y los 24 años carecían de posibilidades para asistir a una institución de educación superior (no hay señales de que la situación haya mejorado en los cuatro años posteriores al conteo de población levantado en 2010). [2]  Hay que añadir a este deprimente panorama los altos índices de deserción estudiantil, el bajo porcentaje de universitarios titulados y el nimio porcentaje de profesionistas que obtienen estudios de posgrado.

Sin embargo, en las instituciones públicas de educación superior y en los centros públicos de investigación auspiciados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la realidad parece ser otra. El ambiente de estos sitios es idílico, es el Otro México. Hay doctores, maestros, catedráticos y profesores eméritos por doquier. Los más, instruyen a los estudiantes de grado y de posgrado en la disciplina de la reverencia a cierto autor o a ellos mismos, sin glosas, sin matices y sin debate. Los menos, hacen de cada clase un ágora donde se vincula el objeto de estudio con las vivencias actuales. Los más, reciclan sus investigaciones una y otra vez para coleccionar diferentes versiones del mismo texto que presentan ante el Sistema Nacional de Investigadores de trienio en trienio. Los menos, utilizan el tiempo que los más ocupan en maquillar sus textos de “nuevos” para preparar clases, corregir trabajos, explorar fórmulas pedagógicas y debatir sobre el México real. Los más ganan fama y prestigio. Los menos ganan respeto y admiración.

Desgraciadamente, la línea sublime que diferenciaba a los más de los menos parece haberse diluido en los últimos dos años. Quizá fue mucho antes, pero ahora es evidente. La selecta y privilegiada clase académica de este país ha mostrado una absoluta indiferencia ante la vorágine de acontecimientos, de reclamos sociales, de crímenes de Estado y de reformas constitucionales dictadas “para el pueblo pero sin el pueblo”. Algunos incluso se han decantado por la criminalización de la protesta; otros han defendido a personajes como Rosa Verduzco, utilizando el lenguaje “de los letrados” para plasmar el pensamiento propio de los confesores eclesiásticos. Los más histriónicos, aparecen en televisión, se les escucha en la radio, graban spots digitales y dictan conferencias magistrales pero su exposición se reduce al desarrollo de sus intereses de investigación, sin añadir comentario sobre el estado del Estado, sin proponer, sin objetar, sin indignarse… Y aún hay más. Los académicos que ocupan las rectorías universitarias y las presidencias de los centros de investigación se han asumido como vástagos de ese Estado que venimos esbozando y solapan el plagio, el desvío de recursos, la existencia de cacicazgos, la corrupción con que se convocan y concursan las plazas para profesores de tiempo completo y promueven el descrédito de los colegas que, al verter sus críticas a este sistema educativo podrido, resultan incómodos. Incluso, al gremio de los narcoempresarios, narcobanqueros y narcopolíticos hay que agregar ahora un selecto grupo salido de la clase más preparada de este país: los eméritos narcoacadémicos.[3]

 

Brutalidad, ceguera y sordomudez es lo que ha manifestado la elite intelectual y académica de México. Pero ellos también han de recordar que son tales en tanto que es del erario público de lo que viven. De las arcas del Estado corruptamente repartidas -y que parecen infinitas- se pagan su salario, sus viáticos para asistir a congresos nacionales e internacionales, sus prestaciones, el inmobiliario de su despacho, los bonos para la compra de libros y materiales, el mantenimiento del centro donde laboran, las hojas y la tinta para imprimir, el equipo de cómputo y el café que todas las mañanas toman, sea de la calidad que sea. ¿Ciudadanos o súbditos? ¿Instructores o educadores? ¿Agentes de cambio social o perpetuadores de la omisión y la impunidad?

 

imagen enviada por la autora del texto

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Estudiantes de la Escuela Nacional de Arte Teatral

Performance en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México

https://www.youtube.com/watch?v=ivJulIYWuQs#t=205

 

Zamora, Mich., 20 de octubre de 2014

 

[1] ROJAS, Héctor, “Analfabetismo en México, una realidad de alto riesgo” en Educación futura, 20 de junio de 2014. Recurso digital. Disponible en http://www.educacionfutura.org/analfabetismo-en-mexico-una-realidad-de-alto-riesgo/; última consulta: 20 de octubre de 2014.

[2] FUENTES, Mario Luis, “Exclusión: signo de la educación superior” en México social, 8 de octubre de 2013. Recurso digital. Disponible en http://mexicosocial.org/index.php/mexico-social-en-excelsior/item/384-exclusion-signo-de-la-educacion-superior; última consulta: 20 de octubre de 2014.

[3] VILLANUEVA, Ernesto, “El mundo al revés. Diego Valadés y el Cártel de Juárez” en Noroeste. El portal de Sinaloa, 13 de octubre de 2014. Recurso digital. Disponible en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104; última consulta: 20 de octubre de 2014.

#TodosSomosCarmen… ¿Salinas?

 Escribe: Anel Hernández Sotelo

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imagen de legisladores.org.mx

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Escribo desde la víscera, desde el hígado que vierte a cántaros la amargosa hiel. Escribo para exorcizarme, para prevenirme de más confusión, para aplacar mi rabia… mi digna rabia. Escribo para enfrentar el dolor, el terror y la impotencia de ser mexicana. Porque mientras miles exigimos un espacio de libre expresión para una Mujer perspicaz, contundente, que con paso firme, deja huellas penetrantes en la conciencia de sus radioescuchas, el sistema político mexicano nos escupe a la cara, arrojándonos a una muy otra Carmen como la representante de un pueblo hastiado, indignado y encolerizado.

La Carmen analfabeta y vulgar, la prostituta mediática que fascina por la animadversión que causa, pertenece a la especie de las bestias. En El diccionario del diablo (1911) Ambrose Bierce escribió que la bestia es un “miembro de la dinastía reinante en las letras y la vida. La tribu de los Bestias llegó con Adán, y como era numerosa y fuerte, infestó el mundo habitable. El secreto de su poder es su insensibilidad a los golpes; basta hacerles cosquillas con un garrote para que se rían con una perogrullada”. La puntillosa mente de Bierce encontró que la diáspora de estos seres comenzó en Beocia, “de donde los desalojó el hambre, pues su estupidez esterilizó las cosechas”, para expandirse frenéticamente por Europa durante la época de las Cruzadas, luego de lo cual ocuparon “casi todos los altos puestos de la política, el arte, la literatura, la ciencia y la teología”. Su arribo a nuestro continente sucedió cuando “un pelotón de Bestias llegó a Norteamérica en el Mayflower, junto con los Padres Peregrinos” proliferándose rápida y constantemente “por nacimiento, inmigración y conversión”.[1]  Sin comentarios.

Los miembros del sistema mexicano totalitario, al imponer a esta bestia como candidata a diputada federal por el PRI, revelan nuevamente la naturaleza de su desprecio por la ciudadanía a la que dicen servir: sólo una bestia puede representar al resto de las bestias. Obviamente, el agravio se torna más intolerante cuando se es Mujer en un país donde el trueque mediático es moneda de uso: silencio sobre la mordaza impuesta a nuestra Carmen y promoción de esa otra Carmen, la bestia, para limpiar su imagen de fichera.

Pero, ¿las bestias que representa la Carmen soez son sólo priístas? Desgraciadamente, no. Ese esperpento representa la cultura partidocrática del mexicano promedio que se motiva con los discursos mesiánicos de sus líderes políticos, que repite incesantemente que la esperanza de México está en nuestras manos, que defiende el “derecho” al sufragio en un país donde no hay ningún derecho que se respete. Carmen Salinas, idiotizados seguidores de la “izquierda” mexicana, también los representa a ustedes que defienden a figuras salvíficas y santificadas como Andrés Manuel López Obrador y Gerardo Fernández Noroña. Porque, al avalar con su voto las elecciones, avalan a sus mesías compitiendo con las bestias, de donde se sigue que, si la competencia es en igualdad de condiciones, o Carmen Salinas no es bestia sino mesías, o AMLO y todos los demás candidatos de todos los partidos no son mesías, sino bestias.

Resulta asombrosa la forma en que la legión lopezobradorista defiende las contradicciones de su líder, que insultan por evidentes. En una entrevista a medios masivos realizada en febrero de este año, AMLO afirmó que en México no hay estado de derecho para luego asegurar que “la tercera es la vencida”. Pregunta: ¿si no hay estado de derecho, qué garantiza entonces que estas elecciones sí serán limpias y que, por voto democrático, AMLO llegue a la presidencia en 2018? Además, resulta escandaloso el nivel de su análisis político: que si fulano se robó, que si merengano hizo, que si ellos, los mafiosos, hicieron tal o cual… Chismes, opiniones, muchas esperanzas y un manojo de “lo advertimos”, nada más.[2]

Este hombre que pide votos para construir un país democrático (lo que en su obviedad es ya una insensatez) decidió no pronunciarse en el conflicto entre MVS y Carmen Aristegui por considerar que se trata de un asunto entre particulares… ¿este es el tipo de democracia que la legión lopezobradorista defiende? Los seguidores de MORENA que apoyan el regreso de Aristegui a la radio disculpan a su mesías argumentando que la postura de AMLO es personal. Mal hacen. Porque AMLO, como figura representativa de un partido político, cuando habla en público lo hace como representante de los miembros de su beatísima congregación… ¿qué no es él la autoridad de MORENA? Una autoridad, siempre que se manifieste públicamente, lo hace como representante de un colectivo, no como individuo. Esto, afiliados a MORENA, se los podría explicar un sociólogo, un antropólogo, un semiólogo y cualquiera que tenga más de dos dedos de frente. Lo mismo sucede con los Morenos que dicen apoyar las exigencias de los padres y las madres de los normalistas de Ayotzinapa. Una de las acciones de lucha y de protesta se basa en la consigna de NO a las elecciones, habida cuenta de que en toda la historia del México “independiente” nunca se han respetado las decisiones de los sufragistas. Entonces, ¿#AyotzinapaSomosTodos o -como escribió Bierce- “su estupidez esterilizó las cosechas”?

El día de ayer, en el debate organizado por Grillonautas, Personajes México y SoyMéxico.org sobre Votar o No Votar,[3] Gerardo Fernández Noroña logró sintetizar esta dialéctica del idiotismo.  Luego de ofrecer al auditorio un discurso mesiánico y salvífico, contradictorio hasta el tuétano y bastante moralizante, el más “subversivo” de los diputados mexicanos, el promulgador de la desobediencia civil, el crítico asiduo de Televisa se indignó y, sin agua va, interrumpió su participación en el debate con lo que demostró algo que todos sabemos pero que pocos quieren aceptar: los políticos no saben debatir, sólo saben mandar, imponer, chismorrear y ofenderse (en el mejor de los casos). Y es que, ante los golpes de garrote, las bestias se ríen, se burlan “con una perogrullada”.

Bestias, bestias disfrazadas de colores que se han adueñado de “los altos puestos de la política, el arte, la literatura, la ciencia y la teología”, bestias que no sólo representan a la bestias sino que las dirigen. #NoMásPartidocracia

 

 

[1] BIERCE, Ambrose, El diccionario del diablo, Madrid: Edimat, 2003, p. 54, voz: “bestia”.

[2] La entrevista referida se encuentra disponible en https://www.youtube.com/watch?v=28AfYX7bGjw; última consulta: 24 de marzo de 2015.

[3] El debate está disponible en https://www.youtube.com/watch?v=8UMlcvID6VI#t=571; última consulta: 24 de marzo de 2015.

El país de los donativos

 Escribe: Adolfo Huerta Alemán 

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imagen de adevaherranz.es

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“¿Hay  algo  más  perjudicial  que  cualquier  vicio? Sí;  la  compasión  que  experimenta   el  hombre  de  acción  hacia  los  débiles  y  a  los  idiotas:  el  cristianismo”.

<<Friedrich  Nietzsche  en  el  Anticristo>>

 

Las  mexicanas  –  los  mexicanos   y  su  maldita  manera  de  acostumbrarse  a todo tan  pronto,  como  la  de  no  cuestionar.

¿Ya  es  una  costumbre  y  tradición  entre  los  mexicanos  dar  donativos? ¿Quién  realmente  sale  beneficiado  de  todas  las  donaciones  de  muchas  y  muchos  mexicanos?

Basta  observar  cuando  vas  de  camino  al  trabajo, a  la  escuela  o  simplemente  a  visitar  algún  familiar,  para  darte  cuenta  todo  el  panal  de  individuos  que  tocarán  la  ventanilla  de  tu  automóvil   o  subirán  al transporte  público, para  pedirte  tu  cooperación  económica.

Desde  la  colecta  anual  de  la  Cruz Roja,  la  de  los  bomberos,  otros  para   construir   un  nuevo  albergue,  los  del   ejército  de  salvación, eso  sin  contar todos  los  indigentes,  migrantes,  marías,   y  los  redondeos  de las  tiendas,  que  ya ni siquiera  te preguntan si  quieres  redondear, lo hacen  sin  tu  consentimiento, mucho menos  nos  informan para  quién  es  el  redondeo  de  tus centavos.

¿Quién  es  el  responsable  de  solventar  todas  esas   necesidades? ¿La  sociedad  o,  el gobierno?  La  responsabilidad   es  trabajar  en  su  conjunto   la  sociedad  y  las instituciones,  de  esto  no   hay duda,  empero ¿Dónde queda  entonces  todos  los  impuestos  que  pagan  muchas  y  muchos  mexicanos? Y,  vaya   que  aquí  en  México  se  pagan  en  exceso  impuestos.  Esa maldita  costumbre  del  mexicano  de  no  cuestionar  nada  y  a  nadie,  mucho  menos  a  nuestras  instituciones.

La  y  el  mexicano  es  muy  cooperador,  tal  vez,  pero,  en  más  de  una  ocasión   se  le  dificulta  mucho   trabajar  en  equipo,  el  ser  solidario   también  lo  es,  en  casos  excepcionales (terremoto  de  1985,  por  citar   un   ejemplo) ¿No  será  que  el  dar  una  moneda  es  más  comodino  para  evadir   nuestra  responsabilidad  histórica?  Y  buscar   una  verdadera  y  real  solidaridad,  para  que  realmente   trabajen  nuestras  instituciones  por el  bien  común  de  nuestra  sociedad.

Y   dejar   el  asistencialismo,  que  muchas  veces  se  convierte   en  un  vicio  y  es  utilizado   con   fines  políticos,  que  en  nada  ayuda   a  cambiar   nuestra  realidad miope  y  miserablemente  mediocre.

No  será  que  el  dar  una  moneda,  es  para  sentirme  que  ya  cumplí  como  ciudadano  y   regresar  a  casa  a  mi  confort,  para  seguir  viendo  televisión ¿No  estamos  quitando  gran  responsabilidad  al  gobierno,  para  lo  que  fue  elegido? ¡Todo  lo  arreglamos   con  una  colecta! ¿Cómo  no,  nos  unimos  todas  y  todos  los  mexicanos,  para  hacer  una  colecta  y  recoger  a  toda  la  bola  de  políticos  corruptos?

Además  ¿De  verdad  toda  esa  ayuda  económica   es   utilizada  para  lo  que  nos  dicen  que  es? Los  patronatos  cuándo  nos  han  dado   un  informe  de  lo  recaudado  y  de  cada  peso   llega   a  su  fin.  Ya  casi  tenemos  colectas   todo  el  año,  y  no   duran   un  fin  de  semana,  sino  por  meses.

¿Quién  realmente  está  detrás  de  las  colectas?  ¿De  los  patronatos?  Realmente  hay  gente  desinteresada,  que  le  motiva  el  servicio  a  los  demás,   o   están  como  nuestros   políticos,  que  ya  lo  hicieron  una   forma  de  vida  y  de  allí   toman   para  mantener  su  estilo  de  vida,  que  es  muy  caro   y  nos  está  costando   a  todos  los  mexicanos.

Me  parece  que  la  y  el  mexicano  ya  dona  por  inercia,  por  costumbre,   lo  que  más  se  me  hace  de  miedo  es,  que  no  cuestione  y  pregunte ¿A  dónde  va  a  parar  todo  ese  dinero?

Sólo  es  curiosidad,  sólo  pregunto,  pero  mejor  me  abstengo  de  cuestionar,  pues  también  pertenezco   a  una  institución  que  vive  de  las  limosnas   y  de  colectas  anuales  del  diezmo,  dominicales,   ya  ni  pregunto  mejor ¿A  quién  le  rinden  cuentas  transparentes  y  claras  el  Banco  del  Vaticano? ¿A  Dios?  Será. . .

“¡Que  los  débiles  y  los  fracasados  perezcan! Primer  principio  de  nuestro  amor  al prójimo.  Y  es  que  se  les  ayude  a  morir”.

<<Friedrich Nietzsche  en  el  Anticristo>>

 

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Ese deporte extremo llamado familia

Escribe: Carlos Arturo Moreno De la Rosa

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“Si llegáramos a “saber demasiado”, a perforar el verdadero funcionamiento de la realidad social, esta realidad se disolvería”. Slavoj Zizek

Recientemente el ser humano ha optado por un estilo de vida guiado por el exceso. Lacan lo denominó “el mandamiento del goce”. Recuerdo hace unos cuantos años una noticia en el norte del país sobre un empresario (hijo de un político con amplia trayectoria) captó los reflectores precisamente por llevar su vida al extremo; en un intento de sentirse vivo, en un fin de semana se inscribió en un programa que atraía a los jóvenes empresarios a practicar el “Deporte extremo”.

¿Qué necesidad hay de que un señor que pertenece a la Cámara de Diputados ande arriesgando su vida de esa manera?, se podrá argumentar que dicha actividad la llevaba a cabo en su tiempo libre, que cada quién puede hacer de su vida lo que le plazca, o cada quien tiene su manera de vivir el síntoma directo al goce.

Lo que me parece preocupante y carente de visión es su corta idea del deporte extremo; falta de criterio y sentido común; si lo que quiere es experimentar algo extremo, algo que lo haga sentirse vivo, algo que lo mantenga alerta momento a momento: que se case, que tenga hijos y que perciba un sueldo ínfimo.

El matrimonio en la actualidad implica vivir en un deporte extremo a perpetuidad. El deporte extremo llamado matrimonio presenta varias actividades como el vivir en monogamia, tener dos o tres hijos, percibir un sueldo que cause hilaridad, aparte contribuir en los menesteres hogareños; con un brazo cargar  la bebé recién nacida y con el otro estar haciendo el biberón, o estar intentado dar respuesta a los “porqués” del hijo que está en esa etapa; cantarles la canción de “spider-man” o “super-man” mientras los vuelas por los aires.

Tratar de vivir en la institución familiar implica un deporte extremo que consiste en educar a los infantes, civilizarlos, quitarles la barbarie con la que se nace. Eso sí que es un verdadero deporte extremo.

¿Por qué querer experimentar un deporte extremo allá lejos, en la motocicleta, o tirarse del “bungy”, o conquistar la cima de la montaña,  cuando la respuesta está tan cerca?

Que se case y que tenga hijos y su dosis de adrenalina será garantizada, completamente un Eterno-Vivir-en-Deporte-Extremo, dormir a las 2:00 am para despertar a las 6:00 am, y eso si la recién nacida lo permite; comer lo básico: frijol, arroz, tortilla y de vez en cuando carne. Negociar con la esposa, acuerdos y desacuerdos, intentar descansar en los tiempos muertos, ver Barney en lugar de “Pulp Fiction”, escuchar Cri-Cri o rondas infantiles y guardar la colección de música selecta.

¿Deporte extremo? No es necesario buscar la adrenalina fuera de casa, sólo implica casarse, tener hijos y ahora sí, deporte extremo garantizado que lo acompañará cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día…