Escribe: Adolfo Huerta Alemán
“antes que el poderoso César cayera, quedaron vacíos los sepulcros, y los amortajados cadáveres vagaron por las calles de la ciudad gimiendo con voz confusa”.
William Shakespeare <<Hamlet>> Ed. Salvat 1969.
En el transporte público:
- ¡Están matando sacerdotes! Esto no había ocurrido nunca en nuestra tranquila ciudad.
- ¿Esteremos ante el juicio final? Aunque, se dice que los padres que mataron, se lo merecían, pues eran pederastas.
- ¿Estás segura?
- No, pero ¿por qué los matarían? Algo debieron haber hecho.
- No creo, que esos padrecitos hayan sido violadores de niños.
- Mira, primero habían dicho que habían muerto por enfermedad, ahora nos salen que los asesinaron y no creo que su muerte haya sido así como así.
- ¿Nos estarán ocultando algo?
- Pues el gobierno y la iglesia en más de una ocasión se ponen de acuerdo, además la iglesia casi siempre ha estado del lado que le conviene, y el gobierno no se diga, está peor.
- ¡Ay manita en éstos días en quién hay que creer!
Estos asesinatos me llevan a un callejón sin salida, no hay lógica en ellos. Esos sacerdotes serían elegidos al azar, o tendrían algún sentido, aunque la muerte así de esa manera carece de toda lógica. Aunque de lo que más estoy asombrado es del resto del clero.
Ahora que estoy entre las sotanas, me cercioro que la mayoría del clero es homosexual, el equipo del obispo que se rodea llevan una vida muy libertina y de despilfarro, en especial un sacerdote del consejo, o no sé cómo le llaman ellos, pero es el que tiene más poder. Es de conocimiento público sus fiestas gay y está rodeado de puros efebos, incluso lo que he descubierto, es que le lleva jovencitos a las fiestas privadas del gobernador y a sus compinches.
Esto ante los ojos de los católicos conservadores, no creo que sea bien visto. Aquí es donde no entiendo a la iglesia católica, no voy a misa, no me considero católico y ¿creer en Dios? Pero estoy enterado que su discurso es homofóbico, pero en la vida real sus sacerdotes en su mayoría son homosexuales, se contradicen ellos mismos, no son honestos.
¿Qué significará en todas las escenas de los crímenes los cuerpos tengan aceite?
Ellos le llaman la extremaunción, o algo así ¿los ungieron antes de su muerte? Lo que si revelan las autopsias, es cuando los castraron todavía estaban vivos.
¿Será acaso un sacerdote el asesino? O ¿alguien que esté imitando a un sacerdote?
Anda muy tenso el clero, algunos otros con miedo y otros no menos, muy cuidadosos.
Tiempo después, en la terraza de la casa del obispo, últimamente han tenido reuniones extraordinarias y no oficiales: su eminencia y el gobernador.
- Nosotros no tenemos nada qué ver con esas muertes monseñor.
- ¿Seguro?
- Sí, ahora no hemos metido la mano en esas muertes, si hubiéramos sido nosotros, habríamos matado a otros padres, que esos sí, que nos estorban ¿seguro que a ti no te estaban estorbando esos sacerdotes?
- No. Lo habría hecho más fácil, los hubiera cambiado de parroquia, o los hubiera mandado a un retiro por varios meses, en último caso, les hubiera quitado el ministerio sacerdotal y reducirles a laicos.
- Ahora sí, que tendremos que investigar en serio: ha, ha, ha.
- Por cierto ¿cómo van las investigaciones?
- Ninguna pista sobre el asesino o secta satánica puede ser. Eso sí, monseñor tienen bien checado a tu clero, parece que los muertitos, sí eran buenos y los que te quedan son puros vividores y homosexuales, pero bueno, esto te tiene sin cuidado, pues los verdaderos hombres como nosotros de poder, solamente somos dignos de ser amados por otro hombre, los jodidos nunca van entender eso.
- En estos días me está invadiendo el terror, creo que ahora sí que debemos de preocuparnos.
- ¿Preocuparnos?
“Todas sus puertas desoladas, sus sacerdotes gimiendo, afligidas sus vírgenes ¡Y ella misma en amargura!”.
A.T. Libro de las Lamentaciones 1, 4 -.
A estas alturas el obispo estará un poco nervioso, las muertes comenzaron a sembrar lo que esperaba, tal vez es hora de darle una visitada a su eminencia, por lo pronto sigo disfrutando el placer que me da ésta pieza: Duettino Sull’ Aria Le Nozze di Figaro.
Se le ve como ser humano libre y sin remordimientos, echado en su sofá reclinatorio, se va perdiendo en esa bella pieza de ópera.
Continuará. . .
“La locura es como una manifestación en la humanidad, de un elemento oscuro y acuático, sombrío desorden, es el caos en movimiento”.
Michel Foucault <<Historia de la locura en la época clásica>> Ed. FCE. 2002.
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