Escribe: Adolfo Huerta Alemán
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“¿La lectura queda finalmente como un acto de rebeldía?
Siempre lo ha sido”.
<<Alberto Manguel>>
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Escribir nos hace probar, tal vez, la única posibilidad de eternidad que exista, escribir para ser eternos ¡bellísima ilusión! Empero, el escribir va de la mano el leer. Leer para rozar con la eternidad, para tocar la belleza, para vivir muchas vidas, que nuestra corta existencia no nos permite vivir.
Darle tiempo a la lectura nos recrea, nos reinventa nuestros mundos, muchas veces mecanizados por los prejuicios religiosos y políticos, la lectura nos libera de nuestras esclavitudes mentales, muchas veces impuestas por otros no con buenas intenciones.
Para aquellas y aquellos que pregonan los dogmas, las leyes y los mandamientos “divinos” como única vía para comportarnos, deberían de incluir un mandamiento más.
- Que el tiempo que estés en éste mundo formes una biblioteca personal o, ir a bibliotecas y verlas como tu hogar ¡la biblioteca como nuestro hogar!
Antes de que te encuentres con la muerte cara a cara, debería de ser tu tarea, la de construir una biblioteca, con aquellos libros que vayas leyendo a lo largo de tu vida.
- Nuestro segundo mandamiento debería de ser éste: despertar el amor al libro y a la
Los libros con sus magníficos autores que nos regalan sus historias y las historias que rodean en cada libro escrito compartido, nos llevan a la necesidad de encontrar un sentido a nuestra pobre existencia aunque, tal vez, nunca encontraremos un sentido absoluto, he aquí lo fascinante de leer, por ejemplo, nunca me canso de leer y releer a Kafka y su libro de <<La metamorfosis>>, me voy a morir y nunca sabré ¿En qué insecto amaneció convertido Gregorio Samsa? ¿Era una cucaracha o, un tipo de escarabajo? Tal vez me muera mañana mismo y nunca sabré en qué se convirtió Gregorio Samsa, aquí reside la importancia de la verdadera y auténtica literatura y de darle tiempo a la lectura, la de llevarnos al encuentro con nosotros mismos, para saber quiénes somos y en qué nos podemos convertir, si perdemos lo auténtico de cada uno de nosotros y nos dejamos llevar por el vacío que se vive en estos días, que parece que lo único que importa es ganar dinero por el dinero.
Las lecturas de nuestros actos, las lecturas de éstos tiempos que vivimos y las lecturas de los libros que elegimos, éstos últimos, mucha gente no gusta elegir y mucho menos leer, tal vez, porque les llevará al saber, de que este mundo no tiene ningún sentido, mucho menos sus fundamentalismos religiosos y políticos.
Tienen mucho miedo a darse cuenta que nuestro mundo tal vez, no tiene ningún sentido y no vamos a ningún lugar, aquí está lo eterno de la auténtica literatura, pues nos lleva a la eterna y perenne pregunta ¿El porqué de las cosas? El ser humano es la única bestia que nunca se cansa de cuestionarse de todo. Aquí está la razón del por qué no me canso de leer y de releer algunas obras clásicas.
Nuestra sociedad se derrumba ante un capitalismo salvaje con su economía como dios y su cómplice la tecnología, esto no permite tener tiempo de ocio en mucha gente, hoy en día le tienen miedo a la lentitud, muy necesaria para darle tiempo a la lectura, o para ir a una librería y pasarse allí horas en elegir un libro que se nos antoje comprar, para después leerlo en alguna alameda o, en casa.
El escribir y leer requiere tiempo y lentitud, para reflexionar lo escrito o, lo leído, y la lentitud no es muy bien vista en estos días, se ve el tiempo invertido en algo que no te retribuye económicamente, se ve como algo perdido.
¡Hasta soy víctima de la gente! Cuando me buscan, se dicen entre ellos, el padrecito no está haciendo nada, eso lo dicen cuando me ven leyendo.
Más que misioneros de alguna religión o, ser paleros de algún partido político, estamos llamados a ser misioneros a promover la lectura, pues los libros y la lectura, nos regala lo más esencial que puede proporcionar esta existencia, que es la de ponernos a pensar, un libro siempre nos deja pensando, por ejemplo siempre estoy pensando ¿Quién es más real de los personajes de Borges, si él, o el que lo está leyendo?
Leyendo aprendemos a pensar, y hoy en día no hay más peligroso para los poderosos ya sean políticos o religiosos, que un pueblo pensante, aunque esto no es nada nuevo, los libros y sus lecturas siempre han sido perseguidas y va de la mano de la censura.
Esto es sentido común, pues para un político o/un religioso fanático su tarea resulta más fácil para manipular a un pueblo idiota y supersticioso.
Hoy nos están conduciendo a la estupidez, nos están quitando los buenos libros, aunque ahora la censura no viene de una dictadura y de la “santa inquisición”, sino de los editores que eligen a puros autores que les garanticen ventas en miles de pesos, editan obras de moda, su lema es: <<sino vende, no se publica>>.
Por lo tanto, ¿Quieres ser un verdadero revolucionario? ¿De verdad quieres ser un verdadero rebelde?
¡Entonces ponte a leer! Hoy en día, ser revolucionario y rebelde, es sinónimo de ser lector.
¡La lectura es un acto de rebeldía! Lo es, lo ha sido y siempre lo será, pues una lectura bien elegida siempre nos pondrá a pensar, siempre nos llevará a la reflexión, nos llevará por el camino de la liberación, y esto es muy peligroso, porque a través de la lectura empezamos a conocer quiénes somos y cuando sabemos quiénes somos, es más difícil para los políticos y los religiosos que nos manipulen y hagan lo que quieren que seamos para ellos, una manada de corderos dispuestos a sacrificarse por ellos.
Hoy en día la lectura es un acto de rebeldía, pues hoy el leer es un acto de supervivencia, pues si las lectoras y los lectores nos resignamos a que nos impidan a leer auténtica y buena literatura, vamos a ser testigos de nuestra propia condena, poco a poco dejaremos de ser, seres humanos, estamos destruyendo el mundo natural, ahora estamos destruyendo el mundo intelectual.
Se dice por allí que Nietzsche mató a Dios, que Foucault mató al Hombre, entonces hoy TELEViSA – TV Azteca – RCG (Y todos sus compinches Laura Bozo, Chavana, etc.) terminarán por matar el intelecto de las y los mexicanos.
Tengo la esperanza en cada una – uno de nosotros hay un libro que nos espera en una librería, en algún lugar de una biblioteca hay una página que ha sido escrita para ti y te está esperando. Por eso ha llegado el ¡Tiempo para leer!
“Los libros nunca se han llevado bien con el poder”.
<<Alberto Manguel>>
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