Escrito por: Adolfo Huerta Alemán
.
.
“No es posible escapar de la prisión de los marcos conceptuales, pero siempre es posible cambiarlos”. León Olivé <<Filósofo mexicano; ciudad de México 1950>>..
Tener un contacto con todas las manifestaciones del arte y del pensamiento de la humanidad, es una de las tareas fundamentales de toda mujer y hombre, y no se diga, de todo sistema educativo, para encontrar un significado existencial y lograr un verdadero desarrollo humano.
¿Cómo es que vivimos los seres humanos en sociedad? ¿Cómo sobrevivimos y cómo nos relacionamos? ¿Cómo mantenemos relaciones amistosas, incluso amorosas, así como relaciones de odio y de condena? ¿Cómo subsisten las instituciones? ¿Por qué cambian sociedades? ¿Por qué tarda tanto en cambiar la mentalidad de la gente? ¿Cómo y por qué actúan los seres humanos? ¿Por qué permiten la corrupción y la injusticia? ¿Por qué viven con miedo y con prejuicios?
Todas las acciones de la mujer y del hombre son realizables, por la libertad que tenemos cada una – uno de nosotros, y son posibles porque mantenemos creencias, suponemos valores y actuamos bajo normas y reglas que orientan nuestras acciones. Al ser arrojados a las situaciones cotidianas de nuestra existencia, actuamos conforme a una multitud de creencias que se han ido adquiriendo en el proceso de crecimiento y de sociabilización dentro de su medio ambiente y su entorno social.
Algo que tal vez, no, nos permite crecer, es que se mantienen muchas creencias que no son puestas en duda, o no se razonan, sino por el contrario, se consideran como verdaderas, sin tener ninguna dificultad de ser aceptadas, por lo tanto, su justificación no siempre es clara, del porqué de esa creencia, y de su existencia, no pasa por el filtro del razonamiento. Después éstas creencias, tomadas como supuestamente verdaderas, suelen tomarse como conocimientos.
La reflexión que comparto contigo, nos lleva a más preguntas, que respuestas, eso parece, pero nos lleva a más cosas, no sólo la existencia de creencias, de conocimientos, de reglas, normas, usos y costumbres. Todo esto nos vislumbra la importancia de reconocer una importante diferencia entre meras creencias, de las cuales, en la mayoría de ellas no sabemos si son o no, ciertas .
Entonces ¿cuál es entonces la diferencia entre creer <<sin estar cierto>> y saber, es decir, cuando pretendemos que lo que creemos es cierto? ¿qué quiere decir que una creencia sea verdadera, y cuándo podemos nosotros decir que sabemos que es verdadera?
Se dan cuenta, que partiendo de una breve, e inocente reflexión acerca de lo que supone nuestras acciones cotidianas, tan sólo por preguntarnos qué hay detrás de lo que hacemos todos los días y qué es lo que hace posible, que realicemos esas acciones y que los seres humanos mantengan las relaciones que mantienen, llegamos a la necesidad, de recuperar el ejercicio de pensar, de razonar, de escuchar, y ver otro punto de vista, no tener miedo de asombrarnos ante la cuestión ¿qué diferencia hay entre creer y saber? ¿qué significa que una creencia sea verdadera? ¿cómo entrar en un proceso de justificación de las creencias?
Este pequeño escrito quiere animarte a que tomes una actitud, la cual será únicamente responsabilidad tuya, de ella o de él.
En todas las culturas se mantienen creencias y conocimientos que provocan actividades sociales y cotidianas, tales como producir, intercambiar, trabajar, comidas, bailes y demás expresiones que todos tenemos. Empero, ¿qué son las creencias y los conocimientos? ¿cuándo podemos decir que sabemos algo y por qué? ¿cuándo podemos afirmar que una verdadera creencia es?
No pretendo darte respuestas, ni disipar todas tus dudas, lo que sí quiero compartir contigo, es que tomes una actitud crítica frente a tu realidad, sea cual sea, y de la historia que estés viviendo de tu entorno social, y que recuperes la capacidad de pensar y de razonar todo lo que te rodea, para que llegues a tener una visión más clara de tus actos y de tu vida cotidiana. Esto te va a llevar a una existencia en plenitud, no creo que sea verdad, que lo mejor es no dudar, no preguntar, sobre las creencias, normas, usos y costumbres que rigen nuestras vidas.
Como nos lo recuerda Pascal Boyer: «Es más fácil creer, que refutar” y más cómodo añadiría.
No dudar, es mantener una actitud mediocre, simplona y conformista frente a tu realidad y frente a tu vida, espero que estas líneas te hayan motivado a tener un acercamiento, o te lleven a tener un encuentro con la filosofía, estoy convencido de lo que nos va a unir, no es la política partidista, mucho menos el PRI, tampoco las religiones creo que nos vayan a unir, lo que nos puede llevar a una verdadera solidaridad es el <<pensar juntos>> compartir nuestros diferentes puntos de vista, complementarnos en nuestra diferencia, esta alternativa nos la ofrece la filosofía, por ejemplo, no dudo que musulmanes, ateos y creyentes podemos luchar juntos por la justicia y por un mejor México ¿no crees?
“No quisiera con mi escrito ahorrarles a otros a pensar, sino, si fuera posible, estimular a alguien a tener pensamientos propios”.
Ludwing Wittgenstein <<Filósofo austriaco más importante del siglo XX>>.
@GofoAutor
Facebook Adolfo Huerta Aleman.