La mayoría sabemos que estamos inmersos en el espectáculo de la imagen, parece que se impone la imagen, ante los argumentos que son más válidos y necesarios.
No debemos de dejarnos llevar por una imagen y menos aún, si ésta viene de políticos corruptos, éstos son especialistas en mañas para manipular.
No creo que hayan “chamaqueado” a Raúl Vera López ¿Qué necesidad hay de publicar una grosería así? Una foto con ni más ni menos, con el heredero de Humberto Moreira Valdez – PRI, el que dejó una deuda e hipotecó a Coahuila.
Estamos viviendo días muy convulsivos que nos desorientan, no nada más en Coahuila, sino en todo el país.
No estamos en días de guardar, son días que estamos llamados a tomar una actitud frente a la realidad, que a todos nos ha alcanzado.
Días vendrán, sino es que ya estamos ante la hora de tomar una opción ¿De qué lado estás Raúl Vera López?
Me dueles, me ofendes, me lastimas y me indignas Don Raúl: obispo de Saltillo.
Si antes no creía en tu discurso, ahora creo que se viene abajo todo tu discurso, y digo que eres puro discurso, pues ¿Qué acciones te respaldan para nuestra diócesis de Saltillo? Ya no anuncias la justicia fundamentada en el amor de Dios, y mucho menos denuncias todo aquello que va contra el proyecto de Jesucristo, al menos no te he escuchado denunciar toda la simulación que se vive en Coahuila por querer olvidar la deuda originada por el Moreirazo, que afecta a todas nuestras familias.
Si hablas de justicia, comienza por tu propia casa que te han encomendado ¿no crees? A parte del seguro de gastos médicos, de tu presbiterio que tienen que pagar año con año, que asciende a más de $36, 000 (treinta y seis mil pesos) ¿Te parece justo que lo pague el pueblo de Dios? Porque no creo que lo pague un cura con el salario que reciben.
Como siempre, nuestro pueblo lo viene pagando todo ¿Verdad? Cuando la mayoría de nuestra gente, tiene a penas seguro social y muchos de ellos, ni siquiera con seguro popular cuentan.
Soy católico y me esfuerzo por amar a mi Iglesia, en la cual me transmitieron la fe católica, me dueles Raúl, porque eres mi obispo.
¿Qué tramaron tú y Rubén? ¿Qué necesidad de esa foto? ¿Se pusieron de acuerdo para algo?
Jesucristo lo recuerdo sacando del Templo a todos aquellos, que hacían de la fe una mercancía y a mi memoria viene aquello que viene en 1ª de Pedro 4, 17: “Porque ha llegado el tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios”, me incluyo como enjuiciado, pues yo mismo soy Iglesia.
Me recuerdas aquella canción de un gran cantautor español que admiro, es de Aute: “Antes iban de profetas y ahora el éxito es su meta; mercaderes, traficantes, más que nauseas dan tristeza”(La Belleza)
“Lo importante es conseguir que el niño (a) olvide lo que es, para que se vuelva lo que tú quieras que sea”. Prem Dayal de su libro <<¡Me vale madres! Mantras mexicanos para la liberación del espíritu>> Editorial Grijalbo 11ª Reimpresión 2013.
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Nacida un 27 de septiembre del año de 1976, en Saltillo Coahuila; proveniente de una familia ultraconservadora y tradicionalista.
Sus fieles seguidoras comparten que fue formada por los Millonarios de Cristo (una congregación de reciente nacimiento del siglo XX proveniente de MissMex), bajo la óptica estrictamente cerrada y dogmática.
En junio del año 2013, el sector conservador de Saltillo, comienza su proclamación de su beatificación, estando aún ella viva hasta el día de hoy, su fama de santa, comenzó a recorrer por toda la ciudad.
Comenzaron a crecer sus seguidoras y seguidores, estos comenzaron a difundir su mensaje por todas las plazas y calles.
Fue cuando Sor Gofina, se anima abrir una congregación: que se hace llamar <<Las Persignadas de las rodillas ensangrentadas>>.
Visión 1 (fragmentos).
Tuve una visión y me preocupa en demasía, pues me he enterado por algunas de ustedes, que anda por allí un pseudosacerdote que lo apodan el “Padre Gofo”, que viste de negro y escucha rock, otras barbaridades y herejías que no quiero nombrar, pues me dan nauseas.
Les comparto que en la visión divina hijitas e hijitos me dice que les advierta, que no le hagan caso, pues él, es el mismísimo Lucifer.
Además de que el pseudocurita no sabe usar las <<Redes Sociales>>, como ustedes saben mis fervientes seguidoras, él crítica mucho a una santa familia, que en los últimos 10 años ha mantenido el poder aquí en nuestra entidad norteña.
Esta santa familia son nuestros más preciados benefactores y bienhechores, además de que son muy honestos y ayudan mucho a la gente.
Hace poco nos construyeron nuestro gran y santo convento; el cual tiene más de 100 habitaciones, que arropan a nuestras novicias, que serán las futuras gofianas.
Ya he enviado una carta a nuestro Prelado, para proclamar la beatificación de uno de ellos, pues fue gobernador y demostró a flor de piel su santidad y transparencia, me llena de gozo y paz saber que será proclamado como el <<Santo y protector de los Políticos>>. No olvidemos que él bailaba como el Rey David.
Se de buena fuente que también el pseudocurita escribe, bueno, si a eso le podemos llamar escritura: hijitas e hijitos, no lean sus escritos, pues abrirán sus ojos como Adán y Eva y serán condenados y vivirán la misma suerte. Toda y todo aquel que lean sus publicaciones serán reos de excomunión.
No se les olvide que ustedes cuando llegaron al mundo, nacieron siendo oro, y Yo y los demás (Profesores, políticos y sacerdotes) nos encargamos de convertirlos en plomo.
Nuestra misión es convertirlos de bellas personas libres y creativas, en fenómenos de circo como animalitos dóciles, para manejarlos a nuestro antojo y hacer de todas y todos ustedes lo que queramos, para mantenernos en el poder hasta el día de hoy.
No olviden que no hay mayor virtud que la obedecer sin cuestionar; creer sin pensar y actuar como zombies bajo nuestras leyes y mandamientos.
No olvido como en la visión vi al pseudocurita, se rostizaba como carnitas al <<estilo Michoacán>>, en el mismo infierno y escuchaba sus gritos donde me pedía piedad, todavía resuena en mí interior sus gritos: “¡no dejen de pedir por mí con sus rezos y ruegos, sálvame Sor Gofinaaa!”.
Que quede en su memoria, eso les pasará a las y a los que se salgan de nuestro redil, a los que rompan nuestros mapas conceptuales y esquemas; a los que se atrevan a pensar por sí mismos; a los que sean ellos mismos; a los que cuestionen nuestras tradiciones y enseñanzas que hemos enseñado por los siglos de los siglos, en fin, a los que enseñen a pensar libremente.
A continuación les comparto lo que la visión divina me dejó como un plan de vida para todas y todos ustedes, serían así como nuestras normas y mandamientos para ser felices y ser parte de nuestra gran congregación:
– No pienses.
– No leas.
– No escuches música.
– No critiques, ni alces la voz para proclamar justicia.
– No denuncies la complicidad y el secretismo.
– No te organices, ni vayas a manifestaciones.
– Mantén tu autoestima baja, vive bajo supersticiones y miedos.
– A todo di que sí, de lo que venga de papá gobierno y de mamá iglesia, con la ayuda de nuestra mejor adiestradora que es nuestra educación.
– No escuches, no hables, no pienses, no actúes por ti mismo.
Si hacen esto, serán parte de mi congregación y serán muy felices. Mejor sigue viendo televisión, periódicos de chismes, sigue de indiferente y pasivo como hasta el día de hoy lo haz hecho y te aseguro, que serás parte de mí reino de tu más humilde servidora Sor Gofina. Amén.
“Los verdaderos místicos van siempre contra tendencia; son siempre críticos hacia la sociedad”.
Prem Dayal <<¡Me vale madres! Mantras mexicanos para la liberación de espíritu>> Ed. Grijalbo 11ª Reimpresión 2013.
Dedicado a las mujeres que han muerto por la violenciaA todas esas mujeronas luchonasNo están solas.
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“Tu inseguridad machistase refleja cada día en mis lagrimitas, , ,cada vez que me dices putase hace tu cerebro más pequeño”.BEBE cantante española.
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El nuevo siglo nos sorprende con una verdad añeja, de que los seres humanos siguen siendo una mercancía. Mí país México es uno de los principales mercados de tráfico de mujeres en el mundo y deja a los explotadores ganancias solo comparables a las del narcotráfico. Y lo digo yo, una mujer que vivió esta pinche realidad, que no debería de existir y mucho menos, que la viva cualquier mujer libre.
Isabel, así me pusieron en honor a la abuela paterna, que no la conocí, pues la asesinaron en su pueblo, siendo muy joven y muy guapa, por no quererse dejar acosar por el alcalde del pueblo, un lugar escondido de la modernización del PRI y de la justicia divina, parece que allí no ha llegado, ni la Iglesia.
Fue cuando el abuelo tomo a mí mamá y mis demás tíos, emigraron de Michoacán al Estado de México. El abuelo casi no platica de la abuela, pero dicen que su belleza era infinita, de allí que yo heredara su belleza.
No sabía que ser bonita en mí país, es un delito, menos aún que me llevaría casi a la tumba.
En más de una ocasión, he tenido la necesidad de pelearme con Dios para sobrevivir.
Sentí impotencia de no saber por qué a mí. ¿Me van a matar, a violar, a aventar del coche? No supe qué pensar o hacer, tuve mucho miedo y no pude ni respirar profundo para no mover el cuchillo, que me pusieron en las costillas. Sin familia no me hubiera importado, habría peleado, pero tengo tres hijos que son mi vida entera.
El viaje tal vez duró dos horas; cuando andas a ciegas pierdes el sentido del tiempo y del espacio, me encerraron en un cuarto insalubre, que olía mucho a sangre de menstruación, junto con orín. Nada más me dejaban un vaso de agua y un pan duro. Así pasaron varios días.
De repente un día, no sé qué día y cuántos llevaba allí, se abrió la puerta y entró un hombre. Me violó de la peor manera que te puedas imaginar, ni siquiera a una perra en celo la trataría así los perros que anduvieran tras ella. Me violó por todos los orificios que tiene mí cuerpo, ni siquiera se puso condón. Acabó y me dejo llorando. Más tarde otro hombre hizo lo mismo, nada más que éste me perforó por mi ano, al grado de sangrarlo y de mancharle su pene con excremento, fue cuando me golpeó hasta casi desmayarme del dolor, me gritaba cerda sucia, me obligó que le limpiara su pene con mí boca. Llegó un tercero, éste me obligó a tragarme una pastilla, me subieron a una camioneta y desperté en la zona de tolerancia de Saltillo, Coahuila.
Fui secuestrada a los 26 años, porque mi ex esposo me vendió para saldar una deuda que no pudo pagar; él les dio mis datos a mis secuestradores, es inimaginable que esto suceda a pleno nacimiento del siglo XXI, que siga habiendo esclavas en pleno 2012.
Estando en Saltillo, fueron de 20 a 30 hombres por día de lunes a jueves, y de 40 a 60 diarios de viernes a domingo de hombres, que me agredían de la manera más ruin y baja, tanto físicamente como sexualmente, lastimaron mi cuerpo y mi alma, pues no era una mujer, era un pedazo de carne caliente nada más. La tarifa era de 150 a 200 pesos. No me da orgullo decirlo, pero lo cuento para que entiendan el dolor de las niñas que nos tienen allí secuestradas, amenazadas con que van a matar a nuestros hijos o a nuestra familia.
Una vez, intentamos escaparnos Carmen y yo, ella tenía apenas 17 años y tres meses de embarazo. En nuestro intento la mataron a ella junto con su bebé en su vientre, la cortaron en pedazos y se la dieron a comer a los perros, que tenían en las celdas de la zona de tolerancia.
Para los clientes somos nada más mercancía, putas, aparte de que te violan, te pegan muchos golpes sino les gusta. Si te niegas a hacer algo que ellos quieren te gritan: ¡te estoy pagando, para eso estás perra mal parida
Por eso, en más de una ocasión, tenía la necesidad de pelearme con Dios, todos los días le reclamé a ese Dios omnipotente que si de verdad existía que me sacara de ahí. Vi morir a muchas niñas en mis brazos, desangradas por una violación, jovencitas de apenas 12 años perforadas por una penetración por exceso de violencia, por una sobredosis contra su voluntad, por un aborto mal hecho.
Estaba muerta en vida, pesando no menos de 40 kilos.
Qué difícil es volver a creer en la gente, porque quienes deberían cuidarte son los que te traicionan y te utilizan: muchos de los clientes eran policías estatales y federales, había soldados de alto rango, senadores y diputados, empresarios con cara de filántropos, sacerdotes y obispos. Yo les preguntaría ¿les gustaría ver a su pinche madre trabajando ahí, o alguna de sus hermanas? ¿A su hija? Ojalá que los padres cuiden a sus hijas o a sus esposas, y que los hombres sean personas y no animales que pisotean la dignidad de la mujer.
Ahora peso un poco más de 60 kilos, ya tengo 36 años, pude salir de ese maldito infierno, con la ayuda de un sacerdote, qué irónico, fue cuando me di cuenta que no todos son iguales de mierda, hay quienes hacen la diferencia. Nunca me pasó por la mente que fuera sacerdote, menos con cabello largo y rizado. Lo veía de vez en cuando por las noches, nada más platicaba con alguna de nosotras y nos motivaba mucho, nunca tomaba ahí, eso sí, fumaba mucho.
Logré escapar con la ayuda de él, me llevó a un lugar donde hay otras mujeres tratando de seguir adelante, con la ayuda de abogadas, trabajadoras sociales y voluntarias, hay bolsa de trabajo, guardería y nos ayudan a terminar la escuela primaria, secundaria y la preparatoria, para aquellas que no tenemos estudios.
Con la sonrisa de aquel sacerdote y su ternura, me ha devuelto las ganas de volver a vivir, de creer en la fe y en la bondad de los seres humanos.
Ahora lucho junto con otras mujeres, por nuestra libertad y dignidad, gracias a todas ellas, sé escribir y leer. Ahora tienes en tus manos mí historia. La historia de Isabel, que así como yo, desgraciadamente en este nuevo siglo XXI, todavía hay muchas Isabel esclavas. Por eso escribo, porque el mundo debería de conocer mi historia, tu historia, la de ella, la de nosotras, la de todas.